Los Estados podrán controlar la cadena de suministro del tabaco

  • Los Estados contarán por primera vez con instrumentos para controlar la cadena de suministro del tabaco, desde su punto de origen hasta el de venta, según han acordado los negociadores de la primera normativa internacional para frenar el comercio ilícito de tabaco.

Ginebra, 2 abr.- Los Estados contarán por primera vez con instrumentos para controlar la cadena de suministro del tabaco, desde su punto de origen hasta el de venta, según han acordado los negociadores de la primera normativa internacional para frenar el comercio ilícito de tabaco.

Representantes de 147 países se encuentran reunidos desde la semana pasada en Ginebra para cerrar los puntos pendientes de lo que será el Protocolo Internacional sobre el Comercio Ilegal de Tabaco, en una negociación que se encuentra prácticamente en su etapa final y que podría dar lugar a la adopción de un texto final este miércoles.

Este protocolo se convertirá en la primera herramienta práctica y vinculante del Convenio Marco contra el Tabaco, en vigor desde 2005 y que se centra en el impacto del tabaquismo en la salud de fumadores y no fumadores.

Por el momento, la decisión más importante ha sido la relacionada con el control de la cadena de suministro, para lo cual los países se han dotado de instrumentos de seguimiento y localización de los insumos necesarios para la fabricación de cigarrillos.

El objetivo es poder trazar la ruta del cigarrillo desde su origen en un país hasta su comercialización en otro, reduciendo las posibilidades de desviación del cargamento y determinando claramente que la responsabilidad recae en las compañías.

Yul Francisco Dorado, director para América Latina de Corporate Accountability International, una ONG activa desde hace más de 20 años en la lucha contra el tabaquismo, se mostró complacido por este avance porque "el sistema de seguimiento y localización será definido por los gobiernos, así como el control de la información y la tecnología".

Para el activista, este protocolo "cambiará la forma en que los gigantes de la industria del tabaco, como Philip Morris Internacional, British American Tobacco y Japan Tobacco operan a nivel mundial".

Una vez que la nueva norma entre en vigor, las tabacaleras tendrán responsabilidades más precisas y su incumplimiento ocasionará sanciones administrativas, económicas y, llegado el caso, penales, indicó.

Dorado destacó igualmente la introducción del "procedimiento de licencia previa", que implica que no cualquiera podrá instalar un punto de distribución o de venta de cigarrillos, como ocurre actualmente en la gran mayoría de países.

El protocolo establecerá que una licencia emitida por el gobierno será necesaria para efectuar esta actividad económica, para lo que el interesado tendrá que pagar por el permiso y acreditar que no tiene antecedentes policiales o judiciales.

Para el representante de Corporate Accountability International, otro de los grandes aportes del protocolo será que disminuirá las desigualdades entre países desarrollados y en desarrollo en materia de lucha contra el tabaco.

"Los controles en los países desarrollados suelen ser más estrictos que en los países en desarrollo, lo que acentúa la tendencia a desplazar a estos últimos el comercio ilícito de tabaco", explicó.

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