Los expertos valoran en tres millones de euros el reloj de Custodia de Felipe II

Barcelona.- El reloj de Custodia de Felipe II, uno de los de mayor importancia histórica del mundo, ha sido valorado en unos tres millones de euros por el Colegio Oficial de Joyeros, Orfebres, Relojeros y Gemólogos de Cataluña (JORGC).

Se trata de un reloj de mesa con esfera de plata, con elementos de latón dorado al fuego, construido por el maestro relojero del siglo XVI Hans de Evalo, perteneciente a la corte del Rey, y que por su funcionamiento se considera como un adelanto científico de su época, según un comunicado hecho público hoy por el JORGC.

Actualmente, el propietario de esta pieza es un coleccionista del Reino Unido que decidió poner en manos del Colegio su peritaje, puesto que en el laboratorio del centro se llevan a cabo habitualmente peritaciones de todo tipo de joyas y relojes.

Toda la catalogación de la pieza fue encargada al colegiado José Daniel Barquero, que ha determinado que se trata de algo "realmente único en el mundo, absolutamente irremplazable", y cuyo valor económico puede llegar a alcanzar los tres millones de euros.

El restaurador ha sido el profesor Eduard Farré, de la escuela Mare de Déu de la Mercé, considerada como la mejor de España en el ámbito de la relojería.

El reloj debió ser muy apreciado por Felipe II (1527-1598) ya que su retratista favorito, el pintor de cámara Alonso Sánchez Coello, lo hizo aparecer en el retrato que realizó del conquistador Hernán Cortés.

Posteriormente, se le perdió la pista al reloj y no reapareció en el ámbito público hasta que fue subastado en 1913.

De todos los relojes construidos por Hans de Evalo, que fue relojero de cámara de la corte de Felipe II durante 18 años, sólo han sobrevivido tres piezas: ésta de Custodia; el Reloj de Candil de El Escorial, de 1583, propiedad de Patrimonio Nacional Español, y el reloj del Templo Toshogu, de 1581, que se encuentra en Japón desde hace unos 400 años.

El reloj de Custodia es el más valioso de los tres y está grabado con el nombre del maestro relojero y la data "Madrid 1535", aunque los expertos aseveran que la fecha real es la de 1585, y que, por tanto, fue manipulado posteriormente.

Es la pieza más lujosa y la más completa en base a su técnica y mecánica y también por cómo suenan sus cuartos y horas y por incorporar la minutera central y concéntrica con la horaria.