Los hosteleros piden más control sobre el botellón, los ‘lateros’ y los ‘bocadilleros’

La Federación Española de Hostelería (FEHR) ha pedido un mayor control y un aumento de las inspecciones sobre la venta callejera que realizan los ‘lateros’ y ‘bocadilleros’, así como contra el botellón, con medidas como la nueva normativa de la Comunidad de Madrid que recoge multas de hasta 600 euros por beber alcohol en la calle.
En declaraciones a Servimedia, el secretario general de la Federación Española de Hostelería (FEHR), Emilio Gallego, mostró su preocupación por las “vías tercermundistas” de venta callejera llevada a cabo por “lateros y bocadilleros y en el botellón”, una oferta “que está creciendo de una manera potente”.
Gallego advirtió de que este tipo de venta, que a su juicio “debería ser atajada por las administraciones”, ha crecido durante los últimos años, especialmente por las noches, y en la actualidad ya se venden “todo tipo de productos”.
Criticó la mayor presión fiscal sobre el sector, con la subida del IVA que entrará en vigor a partir de septiembre, mientras continúa el “grave problema” del botellón y la venta ilegal de productos en la calle se encuentra en auge.
“Nos estamos jugando una ruleta rusa”, alertó Gallego en referencia a la falta de salubridad en los alimentos y bebidas alcohólicas ofertados de manera ilegal, por lo que pidió un aumento de las inspecciones de Sanidad y Trabajo, y un mayor control por parte de las fuerzas de orden público, ya que detrás de este tipo de venta “en muchas ocasiones están explotando, en situación casi esclavista, en redes de comercio que incumplen todo tipo de sanciones”.
“No se pueden vender alimentos en la calle sin registros de Sanidad y sin que hayan sido manipulados por personal con su correspondiente titulación”, defendió.
De esta forma, sostuvo que “la solución a la crisis no puede ser tercermundista”, y abogó por emprender medidas en la línea de la nueva normativa puesta en marcha por la Comunidad de Madrid para combatir el botellón.
La nueva modificación de la Ley de Drogodependencia recoge multas de 500 euros a los menores de edad y a partir de 600 a los mayores de 18 años de la región madrileña que se encuentren realizando botellón.