Roma, 9 nov.- Los presupuestos generales de Italia para 2012, que incluyen la "maxienmienda" que contiene algunas de las reformas urgentes para reactivar la economía italiana exigidas por la UE al Gobierno de Silvio Berlusconi para devolver la confianza a los mercados, serán aprobados este fin de semana.
Tras la aprobación de esas medidas, está previsto que Berlusconi presente su dimisión, un compromiso que adquirió ayer con el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, según anunció la propia jefatura del Estado, que hoy reiteró que no existe ninguna duda sobre la marcha del primer ministro.
Los plazos de aprobación de la Ley de Presupuestos fueron fijados hoy por las juntas de portavoces de la Cámara de los Diputados y del Senado, después de que el ministro de Economía, Giulio Tremonti, presentara en la Comisión de Balance del Senado el texto de la "maxienmienda".
Está previsto que el documento de las cuentas del Estado llegue el viernes al pleno del Senado, donde se espera que sea aprobado ese mismo día, puesto que tanto la mayoría en el poder como la oposición han renunciado a presentar enmiendas.
Tras la aprobación en el Senado, el texto pasará el sábado a la Cámara de los Diputados para su aprobación definitiva, que podría tener lugar ese mismo día o aplazarse al domingo.
En esta línea, la portavoz del opositor Partido Demócrata (PD) en el Senado, Anna Finnochiaro, declaró que su formación hará "solo algunas intervenciones en la discusión general y una sola declaración de voto".
"Esto permitirá dar vía libre a la Ley de los Presupuestos el mismo viernes para pasar a la Cámara de los Diputados, para su aprobación definitiva como máximo el domingo", agregó Finnochiaro.
El líder de la formación democristiana UDC, Pierferdinando Casini, aseguró que la aprobación de la "maxienmienda" no puede ser retrasada y que "hay que hacer todo lo posible para que la aprobación (de los Presupuestos) tenga lugar cuanto antes".
Entre las normas que se incluyen dentro de la "maxienmienda" están el retraso de la edad de jubilación de forma progresiva de 65 a 67 años en 2026, así como la venta de inmuebles del Estado, según adelantaron los medios de comunicación italianos.
Se trata de unas medidas que ya se conocían, pues estaban incluidas en la carta que Berlusconi llevó a Bruselas el pasado 26 de octubre, con motivo del Consejo Europeo que se celebró un día después y en el que tuvo que responder a la exigencias planteadas por la UE.
La tramitación de urgencia de los Presupuestos llega en un momento crítico para Italia, que desde hace varios meses se encuentra en el punto de mira de los mercados por las dudas sobre su solvencia financiera (su deuda supera el 120 % del PIB) y las negativas perspectivas de crecimiento de su economía.
Con su aprobación, el Gobierno espera hacer frente a esta situación y restablecer la confianza de los mercados.
Con todo, la rentabilidad de la deuda italiana avanzó hoy hasta el 7,23 % y su prima de riesgo alcanzó los 551 puntos al cierre, con lo que se situó en niveles a los que se acometió el rescate de algunos países periféricos, como Portugal, y desconocidos desde su ingreso en el euro.
Italia deberá afrontar mañana, además, una nueva prueba ya que vuelve a los mercados donde intentará colocar 5.000 millones de euros en una subasta de bonos a 10 años.
En esta convulsa jornada, en la que se han sucedido las declaraciones de las formaciones sobre posibles soluciones para afrontar la era post-Berlusconi, Napolitano nombró senador vitalicio al excomisario europeo y prestigioso economista Mario Monti.
Se trata de un personalidad bien vista por el mundo de las finanzas, por lo que su nombre es uno de los que suena con más fuerza para sustituir a "Il Cavaliere" en el caso eventual de que Napolitano encargara la formación de un Gobierno "técnico", es decir formado por personalidades ajenas a los partidos.
Sin embargo, otra opción que concita apoyos es la de las elecciones anticipadas, única salida que ve la coalición en el poder para salir de la crisis y a la que también se ha sumado el progresista Italia de los Valores (IDV), del exmagistrado anticorrupción Antonio Di Pietro. EFECOM
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