Los requisitos exigidos a Garoña recogen "perfectamente" críticas ecologistas

  • Los nuevos requisitos exigidos por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a Garoña para evaluar la renovación de su licencia de funcionamiento recogen "perfectamente" las críticas de Ecologistas en Acción sobre la situación de la central, ha explicado su portavoz Paco Castejón.

Madrid, 30 jul.- Los nuevos requisitos exigidos por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a Garoña para evaluar la renovación de su licencia de funcionamiento recogen "perfectamente" las críticas de Ecologistas en Acción sobre la situación de la central, ha explicado su portavoz Paco Castejón.

"Cabe preguntarse -tras la lectura de la instrucción técnica complementaria aprobada hoy por el Consejo de Seguridad Nuclear- si no son suficientes problemas para decretar el cierre de la planta", ha declarado a EFE Castejón, portavoz de energía nuclear de Ecologistas en Acción.

En su opinión, la instrucción técnica -aprobada por cuatro votos a favor y uno en contra- da por hecho que la renovación se extiende hasta el 2031, "lo que es irregular porque hasta la fecha la táctica del CSN era dar licencias provisionales por diez años y una revisión profunda cada diez años".

Si finalmente se otorga la renovación de la autorización de explotación de Garoña por 17 años "también se va en dirección contraria a la nueva directiva europea sobre seguridad nuclear, que establece las revisiones cada seis años".

No obstante, lo más llamativo de la instrucción del CSN es la relación "exhaustiva de todos los problemas que tiene Garoña", además de recoger perfectamente sus críticas sobre la situación de la central.

Entre ellas el estado de la vasija del reactor de la planta atómica, la más veterana del país que comenzó a operar en 1971.

De este modo, no solo contempla los cambios a raíz de la orden ministerial de 2009 (donde el PSOE decretaba el cierre de Garoña ese año, revocada parcialmente después por el PP) y las medidas derivadas de las pruebas de estrés europeas, sino también obliga a inspeccionar la vasija del reactor a consecuencia de los problemas detectados en las belgas de Doel 3 y Tihange 2.

Por otro lado, se ha preguntado por el riesgo técnico que corre el titular de la central (Nuclenor, participada al 50 por ciento por Endesa e Iberdrola) en el caso de que consiga operar durante 60 años, ya que "va a tener que hacer una inversión millonaria y es más que probable que surjan nuevos problemas que generen nuevos gastos y paradas".

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