Los sectores de alimentación, distribución, comercio y restauración rechazan subidas de impuestos y piden perseguir el fraude


Las organizaciones de productores y las industrias de alimentación y bebidas, distribución, comercio y restauración rechazaron este martes nuevas subidas de impuestos, porque “frenarían la recuperación”, y advirtieron de que un nuevo incremento del IVA destruiría 174.000 empleos y supondría dejar de ingresar más de 3.000 millones por otros impuestos.
Así los señalaron en rueda de prensa las organizaciones FIAB, Aecoc, Anged, ACES, Asedas, CEC, FEHR, Fehrcarem y Cooperativas Agro-Alimentarias, que animaron al Gobierno a aprovechar la “grandísima oportunidad” de emprender una reforma fiscal “capaz de estimular la actividad empresarial y el consumo”, en vez de “poner en peligro” la “incipiente” recuperación económica.
En este sentido, los sectores de la alimentación, el comercio, la restauración y la distribución advirtieron de que los efectos de nuevas subidas impositivas pueden ser “muy perjudiciales”, especialmente “demoledores” en el caso del IVA, después de que la última subida de este impuesto en 2012 provocara una caída media del consumo “cercana al 7%”.
De esta forma, las organizaciones sostuvieron que “no hay margen para más subidas”, y propusieron acometer un modelo que ensanche las bases fiscales y ataje el fraude fiscal para incrementar los ingresos de la Administración “sin necesidad de penalizar el consumo”.
Asimismo, piden que la reforma analice la “calidad” del gasto público y ponga orden en la “maraña” de tributos, deducciones y tasas estatales, autonómicas y locales, con un marco tributario que estimule el empleo, rebajando los costes y cotizaciones que pagan las empresas.
El director general de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), Horacio González Alemán, destacó que la cadena de producción, industria, comercio y hostelería suponen el 20% del PIB español, con una facturación de 370.000 millones, y la “espina dorsal” del consumo, por lo que pidió al Ejecutivo un “marco justo y equitativo” que propicie la reactivación del consumo.
A este respecto, el director general de la Asociación de fabricantes y distribuidores (Aecoc), José María Bonmatí, recalcó que el sector “ha hecho un esfuerzo tremendo” durante la crisis, por lo que “no puede ponerse en riesgo” la mejora de la competitividad y de la exportación.
DISTINTOS ESCENARIOS.
La opción propuesta por Bruselas para que los productos de primera necesidad gravados con el tipo superreducido (4%) pasen al reducido (10%), y otros bienes de esta categoría pasen al tipo general (21%) produciría, según estos sectores, una caída de la producción de más de 6.000 millones de euros y la destrucción de 174.000 empleos.
Así lo refleja un informe del Centro de Estudios Económicos Tomillo (CEET), encargado por las organizaciones, que refleja que en este escenario de subidas se dejarían de ingresar entre 2.300 y 3.100 millones de euros por otros impuestos, el gasto público crecería hasta 900 millones y las prestaciones por desempleo aumentarían en más de 600 millones de euros.
En el caso de que el Gobierno de Mariano Rajoy decidiera que los productos que soportan el tipo reducido del IVA (10%) pasen a gravarse al general (21%), manteniéndose el resto de tipos, la caída de la producción podría ser de hasta 22.904 millones de euros (-6,2%) y se perderían más de 155.000 puestos de trabajo.
En este escenario, se dejarían de ingresar también entre 2.183 y 3.000 millones de euros por otros impuestos, y el gasto público podría crecer hasta 800 millones de euros.
NUEVAS COTIZACIONES
Por otra parte, las organizaciones lamentaron las últimas decisiones del Gobierno sobre las cotizaciones a la Seguridad Social, como lo referido al salario en especie.
A su juicio, lo que debería hacer el Gobierno es justamente lo contrario, reducir las cotizaciones. Por ejemplo, indicaron que una rebaja de tres puntos en las cotizaciones a la Seguridad Social tendría un impacto positivo de 70.000 euros de media en las empresas pequeñas, mientras que en el caso de las grandes compañías ascendería a 380.000 euros.
Esta reducción reportaría “liquidez, mejorar la posición financiera, poder invertir y atraer empleo”, apostilló el director general de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB).
Según estos sectores, la decisión del Gobierno de que se cotice por los vales de comida conllevará una caída del 5% en facturación, con “600 millones de euros menos”, según datos de la Asociación de Cadenas de Restauración Modernas (Fehrcarem).
El secretario general de esta asociación, Juan Ignacio Díaz Bidart, cuestionó la medida porque “supone lo mismo que una subida del IVA”, y puede suponer la desaparición de locales de restauración, después del impacto, “superior al 8%”, en el sector de la última subida del IVA.
Desde el sector de la distribución, el subdirector general de Cooperativas Agro-Alimentarias, Agustín Herrero, alertó sobre la “falta de liquidez” de las cooperativas y la caída del consumo cercana al 50% en el sector de las flores y plantas, después de pasar de un 8% a un 21% de IVA.
En cualquier caso, las organizaciones dijeron esperar que en base al “diálogo” mantenido con el Gobierno exista la oportunidad de “aportar ideas” por parte de los sectores afectados para una reforma fiscal que parece que se aprobará “con cierta rapidez”, y aseveraron tener “disposición” a colaborar.
El Gobierno encargó a una comisión de expertos propuesta por el Ministerio de Hacienda elaborar recomendaciones de cara al nuevo sistema tributario que estará en marcha en 2015, aunque el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ya ha desgranado algunos puntos, como que la reforma fiscal traerá un IRPF “nuevo”.

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