Valencia, 24 oct.- Los sindicatos de la planta de Ford Almussafes (Valencia) han lamentado hoy el cierre de la factoría de Genk (Bélgica) porque supone la pérdida de miles de empleos y han achacado el anuncio en la reestructuración de la compañía en Europa a la caída de ventas en este mercado.
Consultados por el anuncio del cierre de la planta de Genk y los efectos que tendrá en la planta valenciana, los sindicatos no han querido valorar el traslado de varios modelos a Valencia y han afirmado que esperarán a conocer los detalles de la producción.
En la misma línea se ha pronunciado la dirección de la planta valenciana, que no ha querido evaluar la producción de la próxima generación del Mondeo, del S-MAX y del Galaxy en Valencia ni la posibilidad del traslado del C-MAX y del Grand C-MAX a la de Saarlouis (Alemania) en 2014.
El portavoz de UGT-Ford, Carlos Faubel, ha dicho que es pronto para hacer valoraciones dada la magnitud de la noticia y ha destacado que el cierre de una planta de la compañía es un anuncio negativo.
El portavoz de CCOO en Almussafes, Miquel Rosaleny, ha manifestado que el cierre de Genk no es una buena noticia para el conjunto de Ford Europa ni para la marca, sino, al contrario, es "un indicativo de que la crisis está haciendo mucho daño a los fabricantes de automóviles".
Rosaleny ha expresado su solidaridad con los trabajadores belgas, "que están luchando por sus puestos de trabajo".
Para la CGT, la pérdida de empleo supone avanzar hacia una crisis mayor en el sector automovilístico.
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