Los socialistas de Portugal y Extremadura piden que el AVE siga adelante

Lisboa, 22 jul.- Dirigentes socialistas de Portugal y Extremadura y alcaldes de varias ciudades lusas salieron hoy en defensa del tren de alta velocidad Madrid-Lisboa y pidieron que se reanude el proyecto, paralizado por el Gobierno conservador luso.

El secretario general del PSOE de Badajoz, Celestino Vegas, el alcalde de Lisboa y dirigente socialista Antonio Costa, y otros líderes de su partido y alcaldes de localidades lusas se reunieron hoy en la capital de Portugal para hablar de la situación del futuro ferrocarril y abogar por que se reanude.

Costa subrayó que Lisboa no puede quedar apartada de Europa y que problemas "coyunturales" -en alusión a la crisis económica de su país- no pueden perjudicar proyectos estructurales.

A su vez Vegas calificó la obra de "vital" para Extremadura y las regiones fronterizas de Portugal y mostró su esperanza en que el proyecto "no caiga en el olvido ni se guarde en un cajón" y sea reactivado por el Gobierno luso, que lo suspendió tras asumir el poder en junio, aunque anunció su voluntad de volver a evaluarlo.

Las alcaldías de Evora y Elvas, principales ciudades portuguesas de la zona que también participaron en la reunión, pidieron que la construcción del ferrocarril no se detenga por su "importantísimo" papel para el desarrollo y el crecimiento de sus comarcas y para el transporte de mercancías desde el puerto luso de Sines.

Vegas dijo a la agencia EFE que en el encuentro se acordó preparar una reunión de los alcaldes de todas las localidades entre Lisboa y Madrid para "unificar criterios" en torno al futuro tren de alta velocidad y otros temas interés común.

En relación al AVE, agregó, ha quedado clara la posición del Partido Socialista portugués "y ahora falta que el Gobierno luso se pronuncie".

El alcalde de Lisboa explicó que "comprende" que la situación en Portugal -que se vio obligado a pedir un rescate financiero internacional en mayo- exija hacer un nuevo calendario, pero no que se ponga en causa un proyecto como ese por una cuestión coyuntural.

Además recordó que la alta velocidad con España fue respaldada por varios gobiernos lusos, incluyo el socialista, que perdió las elecciones del mes pasado, y el conservador que le antecedió seis años atrás.

Costa resaltó que Lisboa debe estar bien comunicada con las principales ciudades europeas, en alusión a las urbes españolas que ya cuentan con tren de alta velocidad.

También subrayó que la alta velocidad ibérica es parte de un proyecto clave de la UE, las redes transeuropeas de comunicación.

Vegas, portavoz del Grupo Municipal Socialista en el ayuntamiento de Badajoz, recordó la inversión que supone el ferrocarril en España y la importancia de que no acabe en su ciudad y una las capitales de los dos países.

Además, la línea ferroviaria es fundamental para el transporte de mercancías con el puerto de Sines y la plataforma logística que se levantará en Extremadura, y su inversión -agregó- "se amortizaría en un periodo corto de tiempo".

"Para toda la Raya es muy importante y para Extremadura es vital, de él depende el desarrollo de una extensa zona", abundó el dirigente socialista.

Otro de los asistentes a la reunión, el presidente (alcalde) de la Cámara Municipal de Évora, José Ernesto de Oliveira, resaltó la importancia del AVE para su ciudad, que gracias él estaría a sólo 27 minutos de Lisboa, 20 de su futuro aeropuerto y a 2 horas de Madrid.

"Están en causa muchos puestos de trabajo y no se puede perjudicar el interés nacional", sostuvo.

También Nuno Mocinho, vicepresidente de la Cámara de Elvas, recordó que han de cumplirse los acuerdos europeos y ejecutar un proyecto para el que ya fueron acordadas las estaciones internacionales de pasajeros, en Badajoz, y de carga, en suelo luso.

Parar el ferrocarril es parar el envío de mercancías de Sines a Europa, agregó Mocinho que pidió la reactivación del proyecto.

El anterior Gobierno socialista luso adjudicó ya uno de los dos tramos de la obra y tenía pendiente relanzar el concurso del otro a un menor costo, pero el nuevo Ejecutivo conservador cumplió su promesa electoral de paralizar el proyecto por los problemas económicos del país.