Los usuarios de iPhone no volverán a pagar por los SMS

No es la puntilla pero es otra palada de arena más sobre el ataúd de los mensajes cortos.

La última versión del sistema operativo para dispositivos móviles de Apple, bautizado como iOS5, viene cargada con iMessage, una aplicación de mensajería con la que la prole 'appelera' se va a ahorrar mucho en mensajes cortos.

Cuando el usuario va a mandar un SMS, el teléfono detecta automáticamente si el número al que se le va a enviar trabaja con un dispositivo con iOS5 y, en lugar de mandarlo como mensaje corto, lo envía a través de la red de datos. Es decir, como si fuera un WhatsApp pero sin que el usuario se dé cuenta.

Algo que hará más felices a los clientes de los operadores pero mucho menos a las compañías de telefonía móvil, que tampoco pueden quejarse porque al entierro de los mensajes cortos le ha sucedido el auge de las tarifas planas, cuyos ingresos no paran de crecer.De hecho, para disfrutar de esta ventaja hay que disponer de una conexión de datos o acceso Wifi.

No todos los modelos de iPhone son compatibles con iOS5. Sólo lo son aquellos que están por encima del iPhone 3G, es decir, el iPhone 3GS, iPhone 4, iPhone 4S y también los iPad I y II, amén de los reproductores iPod Touch 3G y 4G.

En el caso de que el usuario no cuente con la última versión del sistema operativo, puede actualizarlo desde la página web de Apple. Pinchando este enlace el usuario accederá a la sección de la página oficial de Apple en la que se explica cómo instalar iOS5.

Las tarifas planas, clave en los ingresos de los operadores

Las tarifas planas de datos han pasado de facturar 480 millones de euros en el segundo trimestre de 2010 a 585 millones en el mismo periodo de 2011, lo que supone un crecimiento del 22%.

Sin embargo la evolución de los mensajes cortos es muy distinta. En el segundo trimestre de 2010 los ingresos por SMS se recortaron hasta los 281 millones, frente a los 303 millones de 2011.

A la larga todo apunta a que será así; las tarifas planas de datos seguirán al alza mientras que los mensajes cortos, que ya han vivido sus mejores tiempos, seguirán perdiendo fuelle.