Madrid y Berlín rechazan relajar la disciplina fiscal y París y Roma matizan

  • España y Alemania rechazaron hoy una posible relajación de las reglas de disciplina fiscal, mientras que Francia e Italia negaron que quieran modificar las normas, pero insistieron en la necesidad de que Europa se centre más en el crecimiento y el empleo y en adaptar mejor el ritmo de los ajustes.

Luxemburgo, 19 jun.- España y Alemania rechazaron hoy una posible relajación de las reglas de disciplina fiscal, mientras que Francia e Italia negaron que quieran modificar las normas, pero insistieron en la necesidad de que Europa se centre más en el crecimiento y el empleo y en adaptar mejor el ritmo de los ajustes.

"España es favorable a no modificar las reglas constantemente, es fundamental tener reglas estables, predecibles y sensatas, y yo creo que en estos momentos las tenemos", aseguró el ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, en el marco de la reunión de los titulares económicos de la eurozona, el Eurogrupo.

El Gobierno español aboga por "continuar con el proceso de reducción del déficit público", porque es "imprescindible" y también por "continuar con las reformas económicas", agregó.

Recordó también que la Comisión Europea (CE) ha aplicado "en los últimos años una política fiscal más favorable y adecuada" a las necesidades de cada país y "no basada únicamente en la reducción del déficit".

De Guindos se alía así con Alemania, cuyo ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, considera que las "reglas que existen son suficientemente flexibles" y que "no hay que cambiarlas, sino cumplirlas".

"Los países deben hacer lo que acordaron: una política de finanzas sólidas y reformas estructurales, porque entonces tendremos más éxito en la lucha por más inversión, crecimiento duradero y en contra del desempleo", zanjó Schäuble en el debate en torno al Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que establece los límites para el déficit (el 3 % del PIB) y la deuda (el 60 %).

El debate sobre una posible flexibilización de estas reglas ha resurgido a raíz del programa de trabajo que los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea quieren que lleve a cabo la próxima Comisión, y que está vinculado al respaldo que pueda conseguir el candidato conservador del PPE a presidirla, Jean-Claude Juncker, por parte de líderes reticentes.

Italia quiere en este contexto disminuir la presión externa sobre la reducción de su elevada deuda y excluir las inversiones productivas del cálculo del déficit para poder impulsar mejor medidas de crecimiento y empleo, mientras que a Francia le preocupa el tope al déficit y le beneficiaría recibir más tiempo.

Sin embargo, París y Roma matizaron hoy su posición, al afirmar que no quieren cambiar las reglas de disciplina presupuestaria.

"Nosotros no hemos hecho esta petición. Hemos planteado la cuestión de emplear todos los instrumentos de los que ya dispone Europa para acelerar el crecimiento y la creación de empleo", afirmó el ministro italiano de Economía, Pier Carlo Padoan.

La prioridad para Italia son estos dos elementos, porque "durante muchos años la UE ha puesto de facto sobre la mesa otras prioridades muy importantes, como la consolidación fiscal y la construcción de la unión bancaria, en las que se ha progresado mucho, pero faltan más avances en las áreas de crecimiento y empleo", dijo.

El ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, recalcó igualmente: "No hemos pedido cambios de reglas", sino que lo que han destacado unos y otros es la cuestión del ritmo del ajuste.

"Las reglas son las reglas, pero hay que encontrar el ritmo adecuado para cada uno de nuestros países", y que la reducción del déficit y las reformas se hagan en condiciones "no solo compatibles, sino que fomenten también el crecimiento".

Agregó que la vuelta a la normalidad presupuestaria y el estímulo del crecimiento no solo es una cuestión de tiempo, sino de ritmo.

El vicepresidente de la CE y comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, recalcó al respecto que "es importante respetar las reglas fiscales".

Rehn se mostró confiado también en que los países miembros respalden ampliamente sus recomendaciones para una "consolidación consistente de las finanzas públicas y reformas económicas realistas", palabra esta última que indica cierta flexibilidad.

Por su parte, el Fondo Monetario Internacional afirmó hoy en su informe sobre la eurozona que ésta necesita "más reformas estructurales para revivir la inversión, el empleo y la productividad, así como para reducir los desequilibrios".

No obstante, agregó que después de los esfuerzos hechos de consolidación fiscal "las grandes sorpresas negativas respecto al crecimiento no deben dar lugar a medidas adicionales de ajuste". EFE

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