Margallo cree que si irán toma medidas inmediatas el fin de las sanciones tiene que ser inmediato


El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, afirmó hoy que si Irán toma medidas inmediatas en aplicación del acuerdo de Lausana sobre su programa nuclear, el levantamiento de las sanciones por la UE y la ONU también ha de ser inmediato, y por tanto España tratará de promover un consenso internacional para que así lo sea.
Margallo expuso esta posición en la rueda de prensa conjunta que ofreció con su homólogo iraní, Javad Zarif, tras reunirse en el Palacio de Viana. Ha sido la primera visita que rinde Zarif a un país europeo tras el acuerdo de Lausana, para el que fue uno de los principales negociadores.
El ministro español dijo que España se felicita por este acuerdo y espera que se haga definitivo el 30 de junio, para que se resuelva un contencioso que llevaba “demasiado tiempo vivo sin beneficio para nadie”. Mucho más cuando, añadió, confía en que una vez se cierre el “contencioso nuclear” Irán pueda formar parte de los países de la comunidad internacional que se enfrentan a la amenaza de Al Qaeda y el Estado Islámico, puesto que dicho país puede desempeñar “un papel muy importante”.
Reiterando la distinción entre el islam como religión “de paz” y la yihad como instrumentalización perversa de la misma, Margallo adelantó que los expertos y líderes religiosos iraníes serán bienvenidos en la próxima reunión de Barcelona.
Por su parte, Zarif recalcó que el extremismo es una amenaza mundial, por lo que todos los países han de “trabajar juntos” contra ella, con un enfoque no sólo militar, sino “polifacético”, un diagnóstico que corroboró Margallo minutos después reivindicando la necesidad de promover el diálogo interreligioso y defendiendo una vez más el papel de la Alianza de Civilizaciones en este planteamiento.
ACUERDO CONTRA SANCIONES
En cuanto al acuerdo antinuclear en sí, Zarif reclamó “voluntad política” porque “acuerdo y sanciones no pueden ir de la mano”, y, en este sentido, señaló que “hace falta poner por escrito” una renuncia de la UE y la ONU a seguir aplicando castigos, mientras que, por lo que respecta a EEUU, emplazó al Gobierno de Barack Obama y dijo que no es problema de Irán que no se ponga de acuerdo con los conservadores en la Cámara de Representantes y el Senado.
Según precisó a una pregunta de los periodistas, Irán hará ya en el primer estadio de aplicación del acuerdo “todo lo necesario que se le requiera para que se produzca un levantamiento de las sanciones decretadas por ambas entidades. “Nosotros vamos a dar pasos irreversibles si la otra parte también da pasos irreversibles”, advirtió.
Margallo contestó a este reto en público señalando que España siempre ha buscado el consenso internacional, y mucho más ahora que tiene la responsabilidad de presidir el comité 1737 de vigilancia del programa nuclear en Irán, donde participan también el Reino Unido, Francia y Lituania.
Y, puesto que el Gobierno nunca consideró que las sanciones fueran un fin en sí mismo, sino un medio para evitar la proliferación nuclear, anunció que ahora buscará crear un consenso internacional para que las sanciones desaparezcan a medida que Irán introduzca las medidas que se le requieren. “Si las medidas de Irán son inmediatas, habrá que terminar con el régimen de sanciones inmediatamente”, enfatizó aprovechando la promesa de su interlocutor.

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