Más cerdo y pollo y menos gambas y rodaballo

  • Los responsables de importantes mercados de España y grandes cadenas de distribución así como expertos en tendencias destacan el cambio de hábitos de los españoles en cuanto a consumo de alimentos por la crisis. Las marcas blancas, entretanto, siguen siendo las reinas en la distribución y ventas.
Facha de la entrada principal del mercado de la Boquería en Barcelona.
Facha de la entrada principal del mercado de la Boquería en Barcelona.
Pablo Arqued

El sector de la alimentación en España ha resultado ser fuerte en tiempos de crisis. Pero si bien no se ha registrado variaciones considerables en él respecto al gasto de las familias, con una reducción del 3% de 2008 a 2009, sí ha sufrido modificaciones considerables. Los consumidores ya no compran igual: ni compran lo mismo ni dedican el mismo dinero ante productos que ya compraban. Y las marcas blancas, en 2010, siguen siendo las reinas.

"Dentro de que la carne sigue siendo el producto más demandado, el consumo de la gran ternera ha bajado y ha aumentado el del cerdo y el de pollo, que viven un gran auge", coinciden tanto Manel Ripoll, presidente del mercado de la Boquería en Barcelona, y Ramón Vara, responsable del de Maravillas en Madrid.

También destaca Vara que ha habido un aumento en productos relacionados con la dieta mediterránea, como las "frutas y hortalizas frescas y aceite de oliva, que entre los españoles está considerado de primera necesidad", lo cual coincide con lo comentado por fuentes del Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM).

Ripoll, desde La Boquería, señala que ha observado que entre los clientes, no obstante, sí se observa la crisis, de dos formas: "una, la real, hay clientes que ya no nos visitan tanto, y otra psicológica, la del miedo, contra la cual las autoridades deberían hacer campaña".

Reconoce el director del vetusto mercado barcelonés, también, que el que la población catalana sea la que más gasta en alimentación de España (1698 euros per cápita), seguida de la asturiana (1653 euros) según el MARM, pueda influir en que "si bien han descendido las ventas de los productos de alta gama en general, como el rodaballo en pescados o los chuletones en carne, el mercado no ha disminuido las ventas. La gente aplica el sentido común".

Desde el mercado de Triana, en Sevilla, su director, Rafael Conde cree que la crisis ha sido definitiva para que "los caprichos, como unas  buenas gambas, haya desaparecido" de la cesta de la compra, "además, la gente pide por gramos en vez de por kilos".

Pero Conde señala un dato curioso: "el emperador, que es relativamente caro, no ha dejado de venderse. Pero no sabemos por qué".

Aumenta la distribución de marcas blancas

Cuando la crisis todavía estaba naciendo, se produjo una explosión en consumo de marcas blancas o marcas de 'distribución' en cuanto a alimentación. Y a pesar de que algunos expertos vieron problemas de fidelización en este tipo de productos, en 2010 se han consolidado.

"Es un hecho el que la distribución de productos de marcas blancas sigue aumentando", revelan desde la Asociación Nacional de Grandes empresas de Distribución (ANGED). "es lo que más movemos".

Grandes superficies como Alcampo o Carrefour, si bien son reacias a manifestar qué productos han disminuido sus ventas, sí destacan que en ese cambio de hábitos siguen teniendo "éxito los productos de comercio justo y los ecológicos, que no son más baratos", algo que han venido destacando los analistas en los últimos meses.

IGD, consultora especializada en alimentación, destaca que este tipo de tendencias en los consumidores han llegado para quedarse. "El 31% de españoles ha realizado cambios en su compra de productos de alimentación, los cuales no abandonará con la salida de la recesión". Y sorprenden con una tendencia fuera de la norma. "El gasto en productos para el desayuno, de media, ha aumentado", dicen, lo cual quizás estaría relacionado con el "boom de cápsulas de café" que destacan desde Carrefour.

En España, la alimentación goza, en general, de buena salud, y ha superado tiempos peores. "Más allá de la actual crisis hay que recordar que ni las vacas locas, ni los problemas con los cerdo, ni la crisis del conejo o del pollo, pudieron con nosotros", saca pecho Manel Ripoll (La Boquería), satisfecho con el esfuerzo de él y sus colegas.

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