Más de 60 fortunas sacan dinero de sus sociedades sin pagar a Hacienda

  • Las Sicavs, los vehículos de inversión de los grandes patrimonios, continuan este año con el elevado ritmo de reembolsos y reducciones de capital que tuvieron el pasado. Una fórmula que permite recuperar parte del dinero invertido sin saldar cuentas con el fisco.
R.Ugalde

En medio del vendaval que ha vuelto a levantarse por la amenaza de una nueva subida de impuestos, las grandes fortunas continuan beneficiándose de una política fiscal que les exime saldar cuentas con Hacienda.

Se trata de las famosas y polémicas Sicavs, un tipo de sociedades que sólo tributan por el 1% de sus resultados cada año, hasta que son disueltas. Cuando llega ese momento, deben desembolsar entre el 19% y el 21% de las plusvalías obtenidas (ganancia neta) durante todo su periodo de vida.

Pero existe un atajo para poder cobrar parte del dinero invertido sin tener que pagar al fisco: los reembolsos o reducciones de capital. Una fórmula que se ha popularizado durante la crisis financiera, debido a la necesidad que también tienen los capitales más holgados de obtener liquidez en la actual crisis económica.

En los apenas ocho meses y medio que llevamos de año, 65 sicavs han reembolsado o reducido capital, lo que les ha permitido obtener liquidez sin apenas pagar impuestos. El único requisito que deben cumplir para poder acogerse a esta exención es alegar que el dinero reembolsado no son plusvalías, sino parte del dinero que invirtieron en la sociedad.

Durante el pasado ejercicio, más de un centenar de sicavs aprovecharon esta ventana para embolsarse dinero sin pagar a Hacienda. Entre ellas, las pertenecientes a algunas de las mayores fortunas del país, como Amancio Ortega, dueño de Inditex, Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, la familia Polanco o la saga catalana de los Sanahuja.

Esta práctica ha levantado muchas ampollas entre una parte de la opinión pública, que critica la ventajosa situación fiscal de estos vehículos, sólo aptos para grandes patrimonios. Sin embargo, el Ministerio de Economía siempre se ha mostrado reacio a modificar la fiscalidad, por temor a un fuga de capitales, ya que registrarían estos mismos vehículos en otros países con una política fiscal más atractiva.

De hecho, la decisión del Gobierno vasco de elevar la tributación de las Sicavs del 1% al 28% ha hecho que dos tercios de estas sociedades se haya fugado a otras provincias de España, según datos del supervisor de la bolsa (CNMV).

Sin embargo, una cosa es la tributación de las Sicavs y otra los atajos legales que tienen y aprovechan sus inversores para pagar todavía menos impuestos. Y aquí entran los reembolsos y las reducciones de capital.

Con esta fórmula, pueden percibir una inyección de liquidez libre de impuestos que, en cambio, deberían tributar al 19% o al 21% si ese dinero lo percibieran vía dividendos o liquidando el vehículo.

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