Merkel asegura que no se ha dicho la última palabra sobre Opel, pese el rechazo de ayudas

  • Berlín.- La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó hoy que aún no se ha dicho la última palabra sobre Opel, pese al rechazo expresado por su propio ministro de Economía, el liberal Rainer Brüderle, a conceder las ayudas estatales solicitados por el consorcio matriz General Motors (GM).

Merkel afirma que no se ha dicho la última palabra sobre Opel, pese al rechazo de las ayudas
Merkel afirma que no se ha dicho la última palabra sobre Opel, pese al rechazo de las ayudas

Berlín.- La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó hoy que aún no se ha dicho la última palabra sobre Opel, pese al rechazo expresado por su propio ministro de Economía, el liberal Rainer Brüderle, a conceder las ayudas estatales solicitados por el consorcio matriz General Motors (GM).

La situación del fabricante de automóviles se abordará con los primeros ministros de los "Länder" con plantas de Opel, dijo Merkel, respecto a la reunión convocada para mañana, en la que se estudiarán posibilidades de ayuda para la plantilla.

Las declaraciones de la canciller siguen al anuncio realizado, una hora atrás, por el ministro Brüderle, afirmando que no habrá ayuda estatal, de acuerdo a la posición de su Partido Liberal (FDP) y expresión de la diversidad de opiniones, según la propia Merkel, en el seno de su coalición.

La reunión con los primeros ministros de los cuatro "Länder" - Renania-Palatinado, Renania del Norte Westfalia, Hesse y Turingia- se convocó esta misma tarde, ante la esperada negativa de Brüderle, con el objetivo de preparar lo que se ha denominado un "Plan B" para el futuro de Opel.

La decisión negativa de Brüderle -que el propio ministro dijo no ha sido fácil- se daba por segura, puesto que el titular de Economía, del Partido Liberal (FDP), había expresado repetidamente su rechazo a tales ayudas.

La canciller admitió "diferencias" de parecer respecto a la cuestión con el FDP.

"Creo que está claro que en la coalición mantenemos posiciones distintas sobre ese tema. No es algo nuevo", dijo Merkel, para quien la decisión de Brüderle refleja tales disparidades.

La jefa del gobierno incidió así en las disonancias respecto a su socio de coalición -que no se limitan a ese aspecto, sino que son reticentes y extensivas también a materia fiscal y sanitaria-.

A ello se unen las presiones de los "Länder" de gobierno conservador, como Hesse, cuyo primer ministro y barón regional de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, Roland Koch, expresó ya hoy su rechazo frontal a la decisión de Bruderle.

El propio ministro de Economía dijo, al oficializar su rechazo a las ayudas oficiales, ser consciente de que muchos puestos de trabajo estaban en peligro.

"Sin embargo, como ministro de Economía, tengo que defender los principios de la economía social de mercado y las ayudas a Opel hubieran distorsionado la competencia", dijo Bruderle.

El ministro tuvo que decidir en solitario sobre la solicitud después de que un comité ministerial no llegará a un acuerdo al respecto.

Según Brüderle, GM dispone de por lo menos 10.000 millones de euros y puede sanear a Opel por sus propios medidos.

Además, la ayuda solicitada por Opel debía salir de un fondo especial para empresas afectadas por la crisis financiera y el ministro considera que los problemas del fabricante de automóviles tiene un origen distinto.

El Comité de Empresa y la dirección de Opel criticaron la decisión de Brüderle y acusó al ministro de actuar contra el mantenimiento de las plantas de Opel en Alemania.

El consejero delegado de Opel, Nick Reilly, afirmó que la matriz General Motors está muy "decepcionada" por la decisión del Gobierno de negarle las ayudas solicitadas, mostró su sorpresa y consideró que "la decisión es difícil de entender" después de un largo proceso de negociación.

El consejero delegado de Opel aseguró, asimismo, que los Estados federados con plantas de Opel, estaban dispuestos a proporcionar las ayudas públicas.

Por su parte, el presidente del Comité de Empresa, Klaus Franz, dijo que GM, pese a haber hechos progresos en su saneamiento, todavía no ha superado su crisis.

Ahora, la esperanza de los trabajadores de Opel es que se encuentre una fórmula para que los estados federados donde hay plantas puedan ofrecer ayudas, para lo que la reunión de mañana podría ser decisiva.

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