Ministro español niega que la derecha se plantee reformar la constitución

  • El ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, rechazó este viernes que la derecha se esté planteando una reforma de la Constitución como una posible forma de mejorar el autogobierno de Cataluña, como sugirió el titular de Exteriores.

"Fuera de contexto, lo que dijo no está en línea con la postura oficial del partido (Popular, PP, derecha). La reforma electoral no forma parte de nuestro programa electoral", dijo Fernández Díaz, en una entrevista con la radio Cope, en referencia a las declaraciones la víspera de su colega de Exteriores, José Manuel García Margallo.

A dos semanas de la elecciones regionales catalanas del día 27, presentadas por los independentistas como un plebiscito sobre la secesión, Margallo afirmó el jueves que el Gobierno siempre quiso resolver el problema catalán.

"Y probablemente pasa por una reforma constitucional y un sistema de financiación autonómica diferente" dado que el actual es "injusto" con regiones como Cataluña, dijo Margallo.

"Es absolutamente posible, viable y deseable una reforma de la Constitución" que incluya el respeto a la lengua y la cultura catalanas y la mejora del sistema de financiación de esa región nororiental española, añadió.

"Para reformar la Constitución debe haber un consenso, saber dónde queremos ir (...) Por tanto, si se trata de contentar a los independentistas no procede ninguna reforma de la Constitución", dijo, en cambio, Fernández Díaz.

"No está en nuestros objetivos políticos y no va a estar una reforma de la Constitución", añadió el ministro del Interior, insistiendo en que "sacado de contexto se puede interpretar como que él (Margallo) ha abogado por un posición que no es la del PP".

Fernández Díaz también consideró que el presidente regional catalán, el independentista Artur Mar, "está engañando a los ciudadanos de Cataluña en relación con las consecuencias y las motivaciones de este malhadado proceso que está fracturando de una manera tremenda la sociedad catalana, y además produciendo desafección entre Cataluña y el resto de España".

Mientras los partidarios de la secesión defienden que una Cataluña independiente seguiría en la Unión Europea y mejoraría su situación desde el punto de vista económico, la parte contraria advierte que su secesión supondría su salida automática de la UE y un empobrecimiento.

A las elecciones de finales de mes concurren dos listas independentistas con posibilidad de obtener una mayoría absoluta parlamentaria que consideran suficiente para iniciar la secesión de esta región de 7,5 millones de habitantes.

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