Moneo reconoce "problemas" en la residencia del embajador en Washington

  • El arquitecto Rafael Moneo ha reconocido hoy que la residencia del embajador de España en Washington, que él proyecto, tiene "problemas" de construcción, algunos subsanados y otros no, y pide al Ministerio de Asuntos Exteriores "buena voluntad" para resolver un contencioso que dura ya varios años.

Madrid, 30.- El arquitecto Rafael Moneo ha reconocido hoy que la residencia del embajador de España en Washington, que él proyecto, tiene "problemas" de construcción, algunos subsanados y otros no, y pide al Ministerio de Asuntos Exteriores "buena voluntad" para resolver un contencioso que dura ya varios años.

"Efectivamente, es una casa que ha tenido problemas", reconocía esta tarde en declaraciones a Efe el propio arquitecto, que considera excesiva la cantidad superior a los dos millones de euros que el Ministerio de Asuntos Exteriores le reclama judicialmente, como indemnización por las deficiencias detectadas en el edificio desde su inauguración en 2004.

Los abogados de Rafael Moneo han presentado un recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional por la reclamación de Exteriores.

"Debería ser posible resolver el problema de otro modo", insiste Moneo, quien reconoce "con gusto" el trabajo que realizó como arquitecto en la residencia diplomática de España en Washington, un trabajo que, dice, "no era fácil".

Y no lo era, sobre todo, por la pendiente del terreno, "más de treinta metros", y por las propias características del edificio, que debía servir al mismo tiempo como residencia y como escenario de recepciones oficiales. "Es un terreno difícil. No era tarea fácil desde el punto de vista arquitectónico", apostilla.

"Creo -insiste- que no lo hice mal. Es una historia muy antigua que me gustaría que se resolviera de otro modo. Me gustaría ayudar a resolver los problemas".

Problemas, sobre todo, con las terrazas del jardín, que han provocado goteras y otros desperfectos en el edificio. "Algunos se han subsanado ya", advierte el arquitecto, quien recuerda que, cuando se hizo cargo del proyecto, quiso que los materiales para construir el edificio fueran muy representativos de España, como el ladrillo.

El paso del tiempo, y la climatología de Washington, no han contribuido a que algunos de esos materiales respondieran convenientemente. "No se han comportado -insiste- todo lo bien que era de esperar", lo que ha estado en el origen de muchos de los problemas detectados.

"Estoy en disposición de llegar a una solución", si bien considera que muchos de los reproches que se le hacen "son opinables. Es una buena casa", afirma Rafael Moneo, quien recuerda que fue publicada en varias revistas profesionales antes de que fuera habitada. "Todos hemos sufrido los problemas", remarca.

Para Moneo, los problemas se solucionarían "con mucho menos" dinero del reclamado por Exteriores y "con buena voluntad". "La cifra es exagerada", en cualquier caso, opina.

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