Montoro: "Hace un año se hablaba de rescate, hoy se nos pone como ejemplo"

"Son unos presupuestos austeros, que reducen un año más el gasto de los ministerios en un 4,4%, y que liberan recursos para atender las principales políticas sociales (pensiones y prestaciones por desempleo, se entiende)". Ya está. Con esta frase y otros dos comentarios breves ha liquidado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, su defensa del proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2014 en el Congreso de los Diputados.

Apenas tres minutos dedicó el ministro a explicar y defender un proyecto normativo en el que durante cinco meses trabajan a destajo centenares de funcionarios de todos los ministerios, que ocupa un importante volumen de páginas o gigas de información y que contiene de miles de cifras que determinarán y condicionarán la vida diaria de los ciudadanos en 2014.

Pero Montoro había llegado este mediodía al Congreso de los Diputados para hablar de otra cosa, de la recuperación económica, y a ello dedicó más de 40 minutos de los poco más de 45 que duró su intervención, una de las más breves que se recuerdan.

Reivindicó el éxito de la política gubernamental basada en ajustes presupuestarios y reformas estructurales, habló siempre en pasado de una crisis cuyos efectos aún están presentes en la sociedad y hasta mostró en su nombre el agradecimiento a los ciudadanos por los esfuerzos que han tenido que realizar...

"El debate de este tiempo es cuánto vamos a crecer y cuánto empleo vamos a crear", aseguró el ministro, que incluso se permitió instar a los diputados a centrar sus intervenciones de esta tarde en ese asunto "y no poner obstáculos a la recuperación".

En su intervención sólo hubo un anuncio, eso sí, sin fecha y se dirigó a los funcionarios. Con ellos se comprometió públicamente a recuperar los días de libre disposición, los populares moscosos, "en cuando lo permitan las disponibilidades presupuestarias".

Para el final dejó un mensaje de agradecimiento en su nombre y en el del Gobierno a los españoles por las apreturas y los malos ratos que se les ha hecho pasar en este tiempo de ajustes, que, según su intervención, se puede dar por clausurado.