La sospecha de otro 'dieselgate' castiga a PSA y mancha el currículum de Tavares

Carlos Tavares, presidente de PSA
Carlos Tavares, presidente de PSA
AFP

Carlos Tavares, el CEO del grupo PSA desde 2014, se ha encontrado con la primera mancha en su currículum. Aún no es oficial, pero los servicios franceses de antifraude (DGCCRF) consideran que el grupo Peugeot - Citroen ha trucado sus motores diésel para minimizar las emisiones contaminantes de óxido de nitrógeno (NOx), según' reveló este viernes "Le Monde".Según la información de la prensa francesa, hay "al menos 1.914.965 vehículos" de la generación Euro 5 vendidos entre septiembre de 2009 y septiembre de 2015, cuyos motores funcionan con "estrategias fraudulentas". En concreto, nueve modelos, entre los cuales los Peugeot 208, 807 y 5008, así como los Citroen C3 y C5, que aunque en los test de homologación no superaban el límite de emisiones de NOx (180 miligramos por kilómetro), en condiciones reales las aumentaban entre un 30 y un 170%.Otro duro golpe a la credibilidad de la industria del motor. Después de Volkswagen, Renault y Fiat Chrysler, el análisis a PSA. La compañía se apresuró a informar que "no ha recibido ningún tipo de citación judicial y expresó su indignación por la transmisión a terceros de informaciones" privadas. Y es que de confirmarse este caso, sería aún más grave que los anteriores por las repercusión que tendría en Francia.Desde 2014, el Estado francés es el propietario del 12.81% del capital del PSA al inyectar fondos para sanear las cuentas de la compañía. Entonces, el fabricante de vehículos realizó una ampliación de capital de 3.000 millones después de perder 2.317 millones en 2013. Esto supuso que PSA quedara fuera del control de la familia Peugeot por primera vez. La multinacional china Dongfeng se hizo con otro 12.81%.Golpe a PSA en el parqué de París

Nada más saltar la noticia en Francia se extendió por el resto del mundo. No habían llegado las explicaciones oficiales de la compañía y las acciones cayeron de forma abrupta. Pasadas las once de la mañana y tan solo en seis minutos, la acción se desplomó un 3,19% (un 4,4% desde las 9 de la mañana). Una vez PSA afirmó que no había recibido ninguna notificación oficial, los títulos se se recuperaron levemente. Al cierre de la jornada en el parqué parisino, PSA perdió un 3,14% hasta quedar en 19,98 euros.

Una información que también hizo resentirse a casi toda la industria menos, curiosamente, a Volkswagen, la compañía que causó perjuicios a miles de usuarios en todo el mundo por el caso conocido como 'dieselgate'. El valor de la acción la compañía alemana creció un 0.53% durante la jornada en hasta situarse en 132.4 euros.

Sin embargo, Daimler (Mercedes) perdió un 0,12 %, Fiat-Chrysler un 0.56% y Renault un 0.46%. En el caso del fabricante francés hay que recordar que fue acusado de trucar motores tanto en enero de 2016 como en marzo de 2017 y las investigaciones continúan abiertas.Primer traspiés de TavaresEl empresario portugués logró que la multinacional del automóvil lograra arrojar unas ganancias de más de 1.000 millones de euros en 2015 y de más de 2.000 millones en 2016. Prácticamente la sacó de la quiebra para llevarla a beneficio en unos meses. Ahora, se estima que la multa potencial para PSA en caso de que los tribunales confirmaran esas conclusiones sería de hasta 5.000 millones de euros.Y los que los investigadores apuntan a Tavares, el primer ejecutivo de PSA que no es de nacionalidad francesa. Creen a que conocía la situación y que había una "estrategia global para fabricar motores fraudulentos y luego comercializarlos". Por ello, también acusan sus predecesores Jean-Martin Folz, Christian Streiff y Philippe Varin.

Con la llegada de Tavares, PSA se consolidó como el segundo constructor de coches en Europa, solo superado por Volkswagen. Cuando asumió el puesto de presidente presentó el plan 'Back in the Race' para dejar atrás las drásticas medidas económicas que Philippe Varin (que cerró fábricas históricas) y logró revertir la situación económica de la empresa. Ahora, tendrá que trazar otro plan para esquivar un nuevo 'dieselgate'.

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