Obama se propone recortar un tercio las importaciones de petróleo hasta 2020

Washington.- El presidente de EEUU, Barack Obama, anunció hoy su propósito de recortar en un tercio las importaciones de petróleo de su país hasta 2020, un ambicioso objetivo que quiere conseguir mediante ahorros en el consumo y la explotación de fuentes alternativas de energía.

Obama delineó hoy esa iniciativa en un discurso en la Universidad de Georgetown, en Washington, en el que expuso sus propuestas para una mayor seguridad energética cuando los precios del crudo alcanzan niveles récord y la energía nuclear se encuentra en entredicho ante la grave situación creada por la explosión en una planta atómica en Japón el pasado día 11.

Aunque reconoció que "no hay soluciones rápidas" para las alzas en los precios, subrayó que "seguiremos siendo víctimas de las oscilaciones en los mercados petroleros a menos que seamos serios sobre una política a largo plazo para obtener energía asequible y segura".

Así, puntualizó que cuando llegó al poder en enero de 2009 EEUU "importaba 11 millones de barriles diarios. En algo menos de una década, habremos recortado esa cifra en un tercio".

Para conseguir esa meta, el presidente estadounidense, que siempre ha señalado la reforma energética como una de sus prioridades políticas, planteó varias propuestas, algunas de las cuales ya había adelantado en su discurso sobre el Estado de la Unión en enero pasado.

Entre otras cosas, dijo que se aumentará la producción nacional estadounidense mediante nuevas prospecciones y la entrega de más licencias para la explotación, incluidas en aguas profundas, siempre bajo "estándares estrictos de seguridad y responsabilidad" para evitar una repetición del vertido en el golfo de México del año pasado.

Estados Unidos, afirmó, "se sienta sobre suministros de energía que esperan a ser explotados".

En el caso del petróleo de otros países, y ante la incertidumbre que suscita Oriente Medio por las protestas sociales, pretende potenciará el suministro procedente de países como México o Brasil, donde se han descubierto reservas que podrían comenzar a explotarse en los próximos cinco años.

Además, Obama propuso aumentar el uso de energías alternativas, desde los biocombustibles al gas natural.

En ese contexto, informó de que ha instruido a los departamentos de Energía y Agricultura y a la Marina de EEUU para que colaboren con el sector privado con el objetivo de crear "biocombustibles avanzados" que puedan hacer funcionar camiones y aviones de combate y comerciales.

Obama prometió que en los próximos dos años se establecerán al menos cuatro biorefinerías de última generación.

También abogó por la fabricación de vehículos que consuman menos petróleo, al recordar que el 70 por ciento del crudo se emplea en transporte.

Para 2015 se ha fijado la meta de lograr que un millón de vehículos eléctricos circule por las carreteras de EEUU.

El presidente estadounidense planteó también la necesidad de ahorrar energía, y reiteró su objetivo, ya planteado en el discurso sobre el Estado de la Unión, de que para 2035 el 80 por ciento de la electricidad provenga de fuentes limpias, desde energías renovables como la eólica o la solar, a la nuclear.

En este sentido, defendió el uso de la energía atómica pese a los problemas en Japón tras el terremoto de 9 grados del pasado día 11 que destruyó una gran parte del noreste del país y que causó los actuales problemas de radiactividad de la central nuclear de Fukushima.

Según recordó, ha encargado una revisión de la seguridad de las plantas nucleares en EEUU e "incorporaremos las lecciones y conclusiones de Japón a nuestra nueva generación de plantas".

Estas propuestas las divulgó Obama cuando el petróleo ha alcanzado niveles récord en su cotización ante la incertidumbre en Oriente Medio y la guerra civil en Libia y que hoy se situaba en torno a 104 dólares por barril en el mercado de Nueva York.

Pero el presidente estadounidense tiene ante sí un duro trabajo para poner en práctica sus propuestas, dado el enorme consumo de petróleo en EEUU, que representa el 25 por ciento del total mundial.

Según el informe sobre las reservas de petróleo del Departamento de Energía, las importaciones de crudo de EEUU alcanzaron una media de 9,1 millones de barriles la semana pasada, 141.000 barriles más que la semana anterior.

Los cálculos del Departamento prevén que la importación media diaria de crudo y productos refinados para este año sea de 9,7 millones diarios, y de 10 millones para el año próximo.