Entre los detenidos está un marroquí de 20 años sospechoso de ser el capitán de la nave donde se produjo la tragedia, un barco de 13 metros de eslora en el que viajaban hacinadas 362 personas.
Las otras siete personas estaban encargadas de mantener el orden y, en particular, impedir que los pasajeros que viajaban en la bodega del barco subieran al puente.
Esas personas golpearon "en la cabeza, con puñetazos y puntapiés, cachiporras y cinturones a los que querían asomarse para tener aire", dijo en una conferencia de prensa Michelangelo Patane, fiscal adjunto de Catania, Sicilia, donde se encuentran desde el lunes los supervivientes y los cadáveres de los fallecidos.
Las víctimas murieron en pocas horas "probablemente debido a la falta de aire y al humo del motor", agregó el fiscal, que atribuyó la responsabilidad de la tragedia a las modalidades del viaje y a la actitud de la tripulación.
Los presuntos traficantes, todos identificados entre los sobrevivientes de la travesía, son dos marroquíes y cuatro libios de entre 18 y 20 años. Además fueron detenidos un marroquí de 30 años y un sirio de 17, trasladado a un centro de detención de menores.
Las víctimas eran oriundas de Africa subsahariana, de Pakistán y de Bangladesh, según la Organización Internacional de Migraciones (OIM).
Entre los migrantes llegados el lunes a Catania hay también 116 marroquíes. En la medida en que esas personas no tienen derecho a pedir asilo serán expulsadas a Marruecos en las próximas semanas, se indicó.
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