Opositores al aeropuerto del oeste de Francia protestan con una cadena humana

  • Los opositores a la construcción de un nuevo y gran aeropuerto cerca de Nantes (oeste de Francia), formaron hoy una cadena humana para mostrar que mantienen su rechazo a un polémico aeródromo defendido, entre otros, por el primer ministro, Jean-Marc Ayrault.

París, 11 may.- Los opositores a la construcción de un nuevo y gran aeropuerto cerca de Nantes (oeste de Francia), formaron hoy una cadena humana para mostrar que mantienen su rechazo a un polémico aeródromo defendido, entre otros, por el primer ministro, Jean-Marc Ayrault.

A diferencia de lo que ocurrió hace unos meses, cuando las protestas adquirieron un tono violento, los manifestantes de hoy pretendieron demostrar de forma pacífica que cuentan con suficientes apoyos para evitar que el aeropuerto de Notre-Dame-des-Landes, al norte de Nantes, sea construido.

Para los organizadores fue un éxito y asistieron 40.000 personas - una cifra que la prefectura (delegación del Gobierno) rebajó a unas 12.000-, que se dieron la mano para formar en un cinturón de unos 25 kilómetros alrededor de la zona del proyecto aeroportuario.

El Gobierno ha demorado el comienzo de la construcción, ha paralizado las expropiaciones y se han retirado los efectivos de las fuerzas del orden que vigilaban la zona, pero los contrarios al aeropuerto pretenden que esto no sea una situación temporal.

Los organizadores anunciaron que su propósito era "abrazar" la denominada Zona de Acondicionamiento Diferido (ZAD), los terrenos donde está prevista la construcción del aeropuerto, un área que a finales de 2012 fue escenario de violentos desalojos.

El proyecto de construir un nuevo aeródromo para sustituir al actual de Nantes, saturado y sin posibilidad de ser ampliado, se contemplaba desde hace más de cuarenta años y el ahora primer ministro Ayrault, alcalde de la ciudad desde 1989 hasta su nombramiento como jefe de Gobierno hace ahora un año, se había convertido en uno de sus principales defensores.

Variados grupos de personas que rechazan el proyecto, - vecinos, agricultores y ganaderos de la zona, a los que se han sumado ecologistas y grupos de izquierdas- insisten en que el retraso temporal en su construcción debe transformarse en permanente.

Reclaman, además, que el dinero que se pudiera gastar en el aeródromo se dedique a mejorar otro tipo de infraestructuras locales, a las que otorgan mayor beneficio para la región que un aeropuerto destinado a servir el Oeste de Francia.

En principio los trabajos deberían comenzar en 2013 y terminarse en 2017, pero ahora el proyecto está paralizado.

Formalmente el aeropuerto cuenta con el visto bueno gubernamental después de que una comisión creada para propiciar el diálogo entre los opositores y los partidarios de la infraestrucura justificara la construcción.

No obstante, esa comisión, que entregó su informe al Gobierno, estimó que habrá que reformar el proyecto inicial para reducir el impacto del aeródromo sobre el entorno, adjudicarle una superficie más reducida, obtener precisiones sobre las conexiones aéreas previstas o hacer estudios minuciosos sobre las consecuencias sonoras del tráfico aéreo.

El parón a la construcción del aeropuerto es otro quebradero de cabeza para el Gobierno de Ayrault, en niveles mínimos de popularidad, como le ocurre al propio presidente de la República, el también socialista François Hollande, y ambos se enfrentan a una opinión pública muy reticente a la construcción de grandes infraestructuras.

Prueba de ello es la resistencia que encuentra entre las poblaciones el trazado de la nueva conexión ferroviaria de alta velocidad entre Francia y España al sur de Burdeos y a través del País Vasco, un proyecto demorado por las reivindicaciones locales para reducir el impacto sobre el territorio.

Además, el movimiento de protesta en Notre-Dame-des-Landes aspira a extender su acción a iniciativas ciudadanas que, en otras partes de Francia, se oponen a planes urbanísticos, empresariales o de infraestructuras.

Son los denominados "zadistas" (en alusión a la ZAD mencionada en relación con el aeropuerto de Nantes), que favorecen la aparición de zonas similares en todo el país.

En el punto de mira están proyectos que, como hoy recordó el diario "Le Monde", son calificados de "inútiles" por sus opositores: el trazado ferroviario de alta velocidad Lyon-Turín, una incineradora en Morvan (centro) o el nuevo estadio del Olympique de Lyon están entre ellos.

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