OPV de Aena: el Estado se forra, pero el atractivo para el inversor se reduce

    • A 58 euros por acción, Aena ha pasado de ser una inversión muy atractiva a una opción de inversión con mucho menos recorrido alcista.
    • El grupo amplía el número de acciones destinadas a inversores institucionales, que cargarán con el 94,29% de la oferta.
Corporación Financiera Alba y Ferrovial no entrarán en Aena
Corporación Financiera Alba y Ferrovial no entrarán en Aena

Desde el punto de vista de la demanda, la oferta pública de venta (OPV) de acciones del 49% del capital de Aena ha resultado un completo éxito. Con el gancho de una rentabilidad por dividendo muy atractiva y muy superior a la de sus competidores ADP y Fraport y una mejora sustancial de las grandes cifras del grupo, las peticiones de títulos de los inversores han sobrepasado en hasta cinco veces la oferta.

Tanto interés ha permitido a los bancos coordinadores de la operación fijar el precio de la OPV en 58 euros por acción, el nivel más alto posible. Por lo tanto, Aena ha sido valorada en 8.700 millones de euros, lo que supone que el Estado ingresará 4.263 millones de euros. Una gran noticia para las arcas públicas. Pero, ¿qué pasa con el inversor?

Pero la otra cara de la moneda es que la valoración de Aena reduce muy significativamente el potencial alcista de la compañía. En apenas cuatro meses, la potencial valoración del gestor aeroportuario ha pasado desde los 41,5 euros (la banda más baja de la horquilla de precios fijada en el abortado intento de salida a bolsa de octubre) hasta los 58 euros. Es decir, desde los 6.225 hasta los 8.700 millones de euros.

Dicho de otra forma, Aena ha pasado de ser una opción de inversión muy atractiva (también lo era en la banda media de la horquilla inicial fijada en enero entre los 41,5 hasta los 53,5 euros por acción que luego se incrementaría hasta una nueva entre los 53 y los 58 euros) a una opción de inversión con mucho menos recorrido alcista.

Así lo han entendido, por ejemplo, dos de los inversores que iban a formar parte del núcleo duro de la compañía, al que se había reservado inicialmente el 21% del capital. Se trata de Ferrovial–posiblemente el grupo constructor y de servicios español que mejor conoce el negocio de las infraestructuras aeroportuarias- y de Corporación Alba, que a estos niveles de precio han rechazado entrar en el capital de Aena.

En una entrevista concedida a la revistaForbes, el consejero delegado de Ferrovial aseguraba antes de que los bancos coordinadores tensaran al máximo la valoración de Aena que "es un activo muy bueno, con excelentes oportunidades para seguir generando valor. Lo vemos, principalmente, como una inversión financiera". Pero a los precios definitivos de la OPV, la operación ya no tenía atractivo para la compañía.

Con el precio definitivo de 58 euros, la rentabilidad por dividendo del grupo se reduce hasta el 3,5% respecto al 5% que presentaba en el rango más bajo de valoraciones. No obstante, el ratio sigue por encima del 2,3% de ADP y del 1,7% de Fraport. El dividendo –la compañía española será especialmente generosa porque repartirá el 50% de sus beneficios- es sin duda el gran atractivo de Aena.

Los ratios de deuda bruta sobre deuda financiera y de PER (veces en que el beneficio por acción está contenido en el precio por acción) están mucho más ajustados respecto a sus competidores. A partir de ahora, será el potencial de mejora de las grandes cifras del grupo quien decida la capacidad del grupo para generar valor para los accionistas que en masa han acudido a la oferta.

Aena empezará a cotizar este miércoles, en la que va a ser la primera gran operación con participación de inversores particulares desde que el negocio de las salidas a bolsa se activó el año pasado. No obstante, el grupo ha ampliado a última hora el número de acciones destinadas a inversores institucionales, que cargarán con el 94,29% de la oferta. El resto se lo reparten los inversores de a pie y los empleados del grupo. A estos últimos se destina el 1% del capital.

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