Muchos hipotecados despedirán el próximo 31 de diciembre este año con alivio pensando ya en que el nuevo año puede llegar con una rebaja de la letra de su hipoteca. En esa línea iAhorro ha proyectado un panorama económico alentador para 2024, con la posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) inicie una reducción de los tipos de interés ya en marzo, siempre que se mantengan las condiciones económicas actuales y una inflación controlada en torno al 2%. Simone Colombelli, experto del comparador hipotecario, ha compartido un escenario optimista, sugiriendo que las disminuciones en los tipos de interés podrían comenzar antes de la segunda mitad del año.
Esta tendencia favorable, caracterizada por una disminución gradual y sostenida en los tipos de interés, contrasta con el rápido incremento experimentado previamente. Este cambio beneficioso, principalmente en la segunda mitad del año, podría propiciar un aumento de las hipotecas a tipo fijo en 2024, después de un año dominado por las hipotecas mixtas.
El cierre de 2023 trajo consigo sorpresas positivas, marcando un año de estabilización tras un período desafiante para los hipotecados. La mejora observada en el último trimestre ha generado expectativas de recuperación para 2024, especialmente en su segunda mitad.
Contrario a las predicciones iniciales, la firma de hipotecas en 2023 no experimentó una caída significativa. Un factor clave en este fenómeno es la continua rentabilidad de comprar una vivienda en comparación con el alquiler. Actualmente, el porcentaje del salario destinado al pago de hipotecas ronda el 26%, mientras que el costo del alquiler absorbe casi el 41% de los ingresos. Con la previsión de una disminución en el Euríbor y, por ende, en los tipos de interés, se espera que la brecha entre el coste de las hipotecas y el alquiler se amplíe aún más, consolidando la compra de viviendas como una opción preferente en 2024.
Sin embargo, el precio de la vivienda permanece inalterable, especialmente en las grandes ciudades con alta demanda y oferta limitada. Por otro lado, en áreas con menor demanda y predominancia de viviendas antiguas necesitadas de reformas, se han observado descensos de precios. Esto se debe al aumento en los costes de reforma, lo que ha llevado a los propietarios a reducir los precios de venta.
