País vasco e iberdrola ponen en marcha un sistema de redes eléctricas inteligentes


El Consejo de Gobierno vasco autorizó este martes al Ente Vasco de la Energía (EVE) a crear junto con Iberdrola una sociedad que se encargará de desarrollar un novedoso proyecto de redes eléctricas inteligentes. La iniciativa supondrá una inversión total de 60 millones de euros.
La iniciativa conllevará además la adaptación de más de 1.100 centros de transformación, a los que se les van a incorporar equipos electrónicos de vanguardia, y la renovación de más de 230.000 contadores que prestan servicio a 410.000 habitantes.
El proyecto se presentó públicamente en el pasado mes de febrero por el lehendakari, Patxi López, y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. Para su puesta en marcha era necesario el visto bueno del Consejo de Gobierno, paso que se dio hoy. Además, previamente ha requerido la aprobación de la Comisión Nacional de la Energía a la constitución de una agrupación de interés económico, que es la figura que va a adquirir la nueva sociedad público-privada.
Iberdrola Distribución contará con un 54% del capital de la nueva sociedad, mientras que el EVE tendrá el 46% restante. En total, el capital social de la futura agrupación de interés económico será de casi 52 millones de euros, aunque carecerá de personal.
La iniciativa con Iberdrola se desarrollará en dos entornos: por un lado, en una amplia zona de Bilbao y Portugalete, donde se creará una red inteligente urbana que conllevará la adaptación de más de 1.100 centros de transformación, a los que se les van a incorporar equipos electrónicos de vanguardia, y la renovación de más de 230.000 contadores que prestan servicio a 410.000 habitantes.
Por otro lado, en la comarca de Lea-Artibai se pondrá en marcha un plan de automatización avanzada rural con la creación de una nueva subestación inteligente.
Este tipo de infraestructura va a permitir la prestación de servicios a distancia, como la lectura de los equipos de medida, la realización de altas y bajas de los contratos o la modificación de la potencia contratada.
En concreto, se han identificado una serie de beneficios para las personas usuarias: mejora de la calidad del suministro eléctrico, mejora de la atención a incidencias y modificaciones contractuales, proporcionar información que permite a los clientes una gestión más eficiente de sus consumos y de su facturación y una facturación sobre lecturas reales.

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