Madrid, 12 mar.- El caso de Pescanova ha supuesto para la la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) un "banco de pruebas" ya que, a través de una respuesta rápida, se ha demostrado que la supervisión funcionaba y que, mediante una comunicación proactiva, ha devuelto la confianza en la sociedad.
Así lo ha expresado la presidenta del supervisor bursátil, Elvira Rodríguez, durante la presentación del Plan de Actividades para 2014, "consecuencia de la experiencia del año anterior" que mantiene tres de las "perchas" en las que se sustentaba el ejercicio precedente: la supervisión preventiva, la rapidez de respuesta, y el incremento de la comunicación.
Para este ejercicio, la CNMV ha añadido una nueva "percha", que es la flexibilidad o capacidad de adaptación a un entorno cambiante y muy complejo, ha señalado Rodríguez.
Respecto a los objetivos de 2013, la presidenta de la CNMV ha destacado dos empeños no previstos que el organismo ha llevado a cabo: las instrucciones sobre comercialización de fondos con objetivo de rentabilidad, y el compromiso de reducir los plazos en las emisiones de renta fija.
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