Consumidores piden etiquetados más legibles en productos para mayor seguridad

Madrid, 8 oct.- La mayoría de los consumidores reclama que se amplíe el tamaño de la letra de las etiquetas de los productos para aumentar la seguridad sobre ellos y que los que tengan mayor riesgo no se coloquen en los establecimientos al alcance de cualquier persona.

Estas son algunas de las principales conclusiones del estudio "Los consumidores ante la seguridad de los productos", dado a conocer hoy por la Confederación Española de organizaciones de amas de casa, consumidores y usuarios (Ceaccu), y que está basado en 1.537 entrevistas a la salida de diversos tipos de comercios.

El informe, según esta asociación, "pone en evidencia las lagunas en la protección al consumidor en materia de seguridad".

Para mejorar la información y reducir riesgos, los consumidores piden principalmente ampliar el tamaño de la letra de las etiquetas (70 % de los encuestados), evitar colocar los productos de mayor riesgo al alcance de todos (66 %) o mejorar los consejos para eliminar el producto sin impacto medioambiental (60 %).

Un 30 % de los consumidores asegura que el no disponer de información visible o suficiente les ha hecho adquirir algún producto que no hubiera comprado de haber conocido sus riesgos, especialmente productos químicos.

Las indicaciones relativas a la edad para el uso de juguetes son en las que más nos fijamos de los etiquetados y que más influyen en la compra (50 %), mientras que los pictogramas de peligro en productos químicos son las indicaciones que menos influyen a la hora de adquirir estos productos, pues más del 30 % lo consideran nada influyente.

Las mujeres y las personas con mayor nivel socioeconómico son los perfiles que más importancia dan a la información de los riesgos en el etiquetado y, por el contrario, las personas de mayor edad son las que menos perciben los riesgos en general, exceptuando la de los medicamentos.

Precisamente, guardar las medicinas sobrantes tras un tratamiento es una práctica que reconoce seguir el 71 % de los encuestados y hasta un 42 % ha comprado alguna vez antibióticos sin receta médica.

Los riesgos potenciales que más preocupan a los consumidores en la alimentación es la "falta de frescura" de los productos (90 %), reacciones alérgicas (32 %) y la presencia de pesticidas y aditivos (21 %).

En los juguetes, el riesgo de asfixia (44 %) y los riesgos mecánicos, es decir, rotura de partes del juguete o deformaciones que causen heridas (32 %).

El 64 % percibe el riesgo de intoxicación por el uso de productos químicos, seguido por los riesgos de irritación (35 %) y para el medio ambiente (13 %).

En los aparatos eléctricos, el mayor riesgo es el de la electrocución (58 %), seguido por el de incendio (32 %).

Los riesgos de alergias relacionados con los cosméticos alcanzan un nivel de respuestas superior al 90 % y, respecto a los medicamentos, los mayores peligros percibidos son los de reacciones adversas (50 %) e intoxicación inmediata (34 %).

Respecto al lugar donde compramos, preferimos las grandes superficies para alimentos, productos químicos y juguetes, y tiendas especializadas para adquirir aparatos eléctricos y cosméticos.

Así, en grandes superficies adquirimos fundamentalmente alimentos (97,6 %), productos químicos (84,5 %), juguetes (59,4 %), aparatos eléctricos (55,9 %) y cosméticos (54,7 %).

La tienda especializada predomina en las compras de aparatos eléctricos (79,4 %), cosméticos (70,2 %), alimentos (60,4 %) y juguetes (58,5 %).

En los bazares conocidos como "chinos" compramos productos químicos (20,1 %), juguetes (17,9 %), aparatos eléctricos (14,7 %), comida (6 %) y cosméticos (2 %).

El precio es el motivo de recurrir a tiendas "de chinos", que son también los menos valorados en cuanto a seguridad.

Junto los resultados de este estudio, Ceaccu ha presentado una guía práctica -disponible en www.ceaccu.org- que explica el etiquetado de seguridad de los productos, los pictogramas de peligro y ofreciendo recomendaciones para la compra, almacenaje y uso de los mismos.