En el centro de Comayaguela, ciudad gemela de Tegucigalpa en el Distrito central, miembros de la llamada "Plataforma Indignada" y el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP, izquierda) quemaron llantas en seis puentes sobre vías transitadas, lo que provocó serios congestionamientos.
También en la salida de la ciudad hacia el este del país, medio centenar de manifestantes intentaron tomar la calle, pero fueron desalojados por policías antimotines que les lanzaron bombas de gases.
Una situación similar se presentó en el bulevar Suyapa, este, frente a la Universidad Nacional.
En las distintas protestas los manifestantes pedían a gritos la salida del presidente Juan Orlando Hernández y la instauración de una Comisión internacional contra la impunidad en Honduras (CICIH), análoga a la CICIG de Guatemala.
Un oficial de la policía, que no se identificó, dijo a la estación local Radio y TV Globo que la orden del gobierno era despejar las vías para garantizar el libre tránsito a la ciudadanía.
Los "Indignados" y el FNRP habían convocado a sus miembros a bloquear el paso en 30 puntos de calles y carreteras en las distintas ciudad del país, pero en transmisiones de canales locales se vio que la mayoría de protestas no se llevó a cabo por el despliegue de policías y militares.
"Hemos cumplido el objetivo de llamar la atención de lo que hemos venido planteando: la renuncia del presidente Juan Orlando Hernández, la instalación de la CICIH y la reforma agraria", afirmó a la AFP el coordinador del FNRP, Juan Barahona.
Añadió que "con todo y la represión de la policía y el ejército hemos tenido una jornada exitosa".
La "Plataforma Indignada" y el FNRP han continuado la lucha que empezó en mayo la denominada "Oposición Indignada", una agrupación de jóvenes que realizó numerosas manifestaciones con antorchas, exigiendo la renuncia del presidente y la instalación de una comisión de Naciones Unidas que lo investigue por corrupción.
Las movilizaciones se iniciaron luego de que la Fiscalía revelara que cerca de 330 millones de dólares fueron extraídos ilegalmente del Seguro Social en cinco años.
El presidente Hernández admitió que 94.000 dólares de ese dinero ingresaron, sin su consentimiento, al equipo de la campaña que lo llevó al poder.
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