Pontejos: Botón a botón, cien años son

  • J.C.Fraile Esteve.

J.C.Fraile Esteve.

Madrid, 3 feb.- Es la madre de todas las mercerías y la mercería que todas las madres querrían tener en el barrio. Almacenes Pontejos, a unos metros de la madrileña Puerta del Sol, cumple cien años y entra así en el reducido club de comercios centenarios de la capital de España.

Antonio Ubillos, su fundador, abrió el 1 de febrero de 1913 en el número 2 de la plaza de Pontejos, esquina con la calle del Correo, en un local dedicado hasta entonces a restauración, en la llamada Casa del Cordero, que ocupa toda la manzana y goza del grado máximo de protección, lo que ha propiciado que la tienda se haya conservado más o menos igual.

Tras el fallecimiento de su padre, Antonio Ubillos dejó su pueblo natal (Aduna, Guipúzcoa) y recaló en Madrid, donde entró a trabajar en una mercería situada en la misma plaza de Pontejos, propiedad del marido de una tía suya, en la que llegó a ser gerente del establecimiento.

Antonio se casó en 1910 con Ana Sánchez y tres años más tarde inauguró su propio negocio en la acera de enfrente. Fruto del matrimonio nacieron siete hijos.

Mantuvo el negocio abierto durante la Guerra Civil, en la que perdió a su único hijo varón, si bien las existencias menguaron rápidamente debido a la falta de reposición.

Solo una de sus seis hijas llegó a casarse, Mercedes, que contrajo matrimonio con Máximo Rueda en la primavera de 1944 y tuvieron nueve hijos.

Antonio falleció en octubre de 1947, dejando en herencia el negocio a sus seis hijas, que acordaron poner la gestión del negocio en manos del marido de Mercedes, constituyendo una comunidad de bienes con el nombre de Sucesores de Antonio Ubillos, que se transformó en sociedad anónima en 1973, año en el que compran el local, que había estado alquilado desde su apertura.

En la década de los años 60 del siglo pasado empezaron a incorporarse al negocio algunos miembros de la tercera generación y en los 90, de la cuarta.

Encajes, bordados, cordones, tapices 'petit point', géneros de punto, tiras bordadas, cañamazos, botones, bisutería, hilos, flecos, lanas, cremalleras... Son solo algunos de las más de 60.000 artículos que hay a la venta, tanto al por mayor como al por menor.

La tienda figura por derecho propio en la memoria colectiva y en ella se puede encontrar casi de todo en productos de mercería, desde agujas para personas ciegas o con visión reducida hasta máquinas de coser.

El volumen de facturación había ido creciendo año a año, aunque desde hace dos se mantiene igual como consecuencia de la crisis.

El número de clientes no ha bajado, mientras que los productos caros (un juego de cama de bolillos hecho a mano cuesta unos 600 euros) tienen ahora menos salida.

Ni los grandes comercios ni la proliferación de locales regentados por chinos han hecho mella en el establecimiento, que se mantiene por ser un comercio "muy especializado".

"El secreto está en que el jefe es el primero que llega y el último que se va", explica a Efe María Rueda, que pertenece a la cuarta generación de la familia al frente del negocio.

Para el aniversario recopilan libros de contabilidad, documentación y diverso material, como antiguas cajas registradoras, calculadoras y muestrarios de los años 30, con los que prevén decorar el escaparate la próxima primavera para conmemorar la efeméride.

A la tienda acuden madrileños y foráneos, también a través de Internet, en busca de artículos que necesitan y no encuentran.

Entre la bulliciosa clientela no es extraño ver caras conocidas. Los empleados recuerdan a Norma Duval, Lolita y Rosario Flores, Marta Sánchez, Loles León, Sara Montiel, Rosana, Belén Rueda, Miguel Abellán, el expresidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo y la infanta Elena, entre otros.

En la trastienda, que ocupa el piso superior y el sótano del local, gran parte del género se guarda en cajas de cartón que hacen ellos mismos a la medida para aprovechar al máximo el espacio de las estanterías.

Todas las cajas están identificadas de una u otra manera para que los empleados encuentren los artículos con facilidad.

Entre 30 y 35 empleados componen la plantilla en la actualidad, de los cuales media docena son miembros de la familia.

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