Portugal busca aumentar las exportaciones con una reforma en su agricultura

  • Portugal, inmerso en una grave crisis económica, busca aumentar sus exportaciones a través de una reforma en las propiedades agrícolas basada en incentivos fiscales.

Lisboa, 30 ago.- Portugal, inmerso en una grave crisis económica, busca aumentar sus exportaciones a través de una reforma en las propiedades agrícolas basada en incentivos fiscales.

El secretario luso de Agricultura de Bosques y Desarrollo Rural, Daniel Campelo, presentó hoy en Lisboa la apuesta de su departamento en este sector, donde "una de las prioridades mayores" es aumentar las exportaciones, incidió.

Con la entrada de Portugal en la Unión Europea (UE), la agricultura lusa, que antes de la integración empleaba a un 50 por ciento de su población activa, empezó a perder competitividad y el país aumentó las importaciones en este sector.

Esa dependencia hizo crecer, entre otros factores, un déficit comercial que hoy lastra la economía del país y que es uno de los grandes impedimentos para la recuperación económica portuguesa.

Según los últimos datos oficiales de 2011, el saldo comercial sigue siendo negativo y ascendió a 7.495 millones de euros hasta mayo, frente a los 7.767 millones de euros del mismo periodo de 2010.

La propuesta fiscal del Gobierno luso, que no tiene un calendario específico para ser presentada ante el Parlamento, busca revertir esa situación en el sector agrícola.

Un cambio en legislación tributaria sobre propiedades rústicas reduciría, según Campelo, el "gran problema" del sector, que es la falta de explotación de sus bosques y sus tierras, debido a un minifundismo poco competitivo en el centro y norte del país.

En los últimos diez años el abandono del campo ha supuesto la desaparición de 112.000 explotaciones agrícolas y la reducción de su superficie cultivada en 450.000 hectáreas, según datos del Instituto Nacional de Estadística portuguesa.

Para invertir esta situación, el secretario defendió una exención fiscal para aquellos propietarios que exploten sus tierras y una penalización tributaria para quienes las abandonen.

Precisó que la reforma fiscal promovería la venta o alquiler de aquellas propiedades sin producción, aunque reconoció los obstáculos para sacar adelante este tipo de legislación.

La primera de esas dificultades es la falta de un catastro rústico "fiable" del país, señaló, para añadir que su gabinete espera desarrollar uno en los próximos dos años.

También apuntó a otra barrera relacionada con la cultura portuguesa, como es la costumbre familiar de dividir la herencia de las tierras entre los hijos.

Esa parcelación obstaculiza el surgimiento de producciones agrícolas más competitivas o, en sus palabras, el de una "estrategia empresarial de la tierra", llevada a cabo por cooperativas, familias o también empresas extranjeras.

Campelo abogó por "enfrentarse y cambiar la tradición", después de años en los que "ha faltado coraje" para realizar reformas agrícolas de mayor envergadura.

Esa vía fiscal se enmarcaría, según Campelo, dentro del desafío global de aumentar la producción y la calidad de los productos portugueses, como los vinos de Oporto, el aceite o el corcho.

Por otra parte, se refirió a la campaña de incendios forestales de este verano, que ha sido menos dañina que en años anteriores, con un descenso del 77 por ciento de hectáreas quemadas respecto a 2003.

Sobre la cooperación en esta tarea con España, Campelo dijo que su gabinete continúa "el intercambio de experiencias" y que "hay espacio" para reforzarla.

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