Portugal coloca su última emisión de letras del año con intereses más bajos

  • Portugal logró colocar hoy el máximo de su emisión, mil millones de euros, en letras a tres y doce meses a cambio de una tasa de interés inferior a la exigida por los inversores en la última subasta.

Lisboa, 20 nov.- Portugal logró colocar hoy el máximo de su emisión, mil millones de euros, en letras a tres y doce meses a cambio de una tasa de interés inferior a la exigida por los inversores en la última subasta.

El Tesoro luso vendió 700 millones de euros en títulos a doce meses a una rentabilidad del 1,49 %, por debajo del 1,62 % que pagó en la anterior subasta equivalente, celebrada el pasado agosto.

A tres meses, Portugal adjudicó 300 millones de euros a un interés del 1,07 %, ligeramente menor que el registrado hace un mes, cuando se situó en el 1,16 %.

Según el Instituto de Gestión del Crédito Público (IGCP), la demanda triplicó la oferta en el caso de la línea de letras a doce meses y la duplicó en sus títulos a tres meses.

Portugal cerró de esta forma con éxito la última subasta de deuda pública a corto plazo prevista para 2013, un año en el que ha logrado colocar un total de 17.000 millones de euros.

A finales de 2012, el Tesoro luso pagaba por su deuda a tres y doce meses un interés del 1,9 y del 2,1 %, respectivamente, reflejo de que la confianza de los inversores sobre el país ha mejorado desde entonces.

Mayores dudas entre ellos genera el riesgo de Portugal a largo plazo, tal y como se observa en el mercado secundario, -donde se compran y venden los títulos adquiridos en subasta pública-, en el que hoy mismo la presión sobre las obligaciones lusas a diez años volvía a subir y sobrepasaba nuevamente la barrera del 6 %.

Este aumento, sin suponer un radical cambio de tendencia, sí añade incertidumbre sobre las posibilidades de que el país consiga cerrar su programa de asistencia financiera en junio de 2014 y no necesite de un segundo rescate, como Grecia.

Portugal dejará de recibir fondos del rescate en apenas siete meses y precisa por ello de ser capaz de financiarse a cambio de intereses sostenibles, algo que, tomando como referencia las tasas registradas en el mercado secundario, expertos y analistas cuestionan.

El país debe volver a emitir deuda a largo plazo -con vencimiento superior a dos años- en breve, después de haber podido prescindir de este tipo de subastas durante los últimos tres años gracias a la ayuda internacional.

El caso de Lisboa todavía está alejado del escenario que disfruta Irlanda, otro de los países rescatados por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyas obligaciones a diez años rondan el 3,5 % de interés, una tasa inferior incluso a la de países como España o Italia.

El Gobierno luso, de signo conservador, trata de alejar el fantasma de un segundo rescate como al que recurrió Grecia y ensalza los modestos avances económicos registrados hasta el momento que, en su opinión, reflejan un cambio de tendencia.

Entre ellos destacan la salida de la recesión técnica de Portugal tras encadenar dos trimestres consecutivos de crecimiento del PIB, entre abril y septiembre de este año.

El descenso del desempleo, que se situó en el tercer trimestre de 2013 en el 15,6 % -dos puntos menos que en marzo, cuando alcanzó su máximo histórico-, es otro motivo de optimismo para el Ejecutivo, que insiste también en el continuo incremento de las exportaciones, un punto clave para su economía.

La divulgación de indicadores positivos coincide con el debate de los Presupuestos Generales del Estado, aprobados ya en primera instancia en el Parlamento el pasado octubre y que deberán ser sometidos a la votación definitiva a finales de noviembre, una vez debatidas las enmiendas de cada grupo.

La oposición portuguesa de izquierdas, encabezada por el Partido Socialista, mantiene sin embargo su escepticismo y subraya el efecto recesivo de los ajustes que recogen los nuevos Presupuestos para 2014, que consagran la severa presión fiscal ya implementada e incluyen más recortes a los trabajadores del Estado.

De hecho, las estimaciones divulgadas ayer por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) rebajan las previsiones de crecimiento del Ejecutivo luso y la troika para el próximo ejercicio, del 0,8 al 0,4 %.

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