"Somos conscientes de que se trata de un desafío humanitario mayor", declaró Gauck, cuyas declaraciones fueron traducidas, en una reunión con su homólogo estadounidense en la Casa Blanca.
"Mi deseo es que esta toma de conciencia no exista solamente en Europa, sino también en Estados Unidos", añadió el presidente alemán, que tiene esencialmente un rol de representación, haciendo un llamamiento a encontrar una solución "para quienes huyen de su país" y a "hacer frente al problema desde la raíz".
Criticado por su falta de reacción ante esta crisis migratoria desencadenada por el conflicto en Siria, Estados Unidos anunció a comienzos de septiembre que recibiría 10.000 refugiados en los próximos 12 meses, cifra que no escapó a las críticas.
El temor de la llegada de yihadistas ultra-radicales por esta vía ocupa un lugar central en el debate político estadounidense.
Obama, por su parte, acogió favorablemente la "voz clara" del presidente alemán, ante varias crisis internacionales que van desde "la situación dramática en Siria, con la necesidad de aportar una respuesta humana a la crisis de los refugiados, hasta la búsqueda de una solución pacífica para evitar que Irán obtenga el arma nuclear".
Se trata de la primera visita de un presidente alemán a la Casa Blanca desde 1997, cuando Roman Herzog viajó para reunirse con el expresidente Bill Clinton.
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