El 92% de proveedores de Knorr aplica métodos sostenibles a sus cultivos y la empresa espera que en 2020 sea el 100%

El 92% de proveedores de Knorr aplica métodos sostenibles a sus cultivos y la empresa espera que en 2020 sea el 100%
El 92% de proveedores de Knorr aplica métodos sostenibles a sus cultivos y la empresa espera que en 2020 sea el 100%
del enviado especial de Europa Press Miguel Luque
del enviado especial de Europa Press Miguel Luque

Según la responsable de comunicación de Knorr España, Anna Montanya, para afrontar el "creciente" aumento de la población mundial, todos los actores de la sociedad civil y de las instituciones públicas privadas debe ir "de la mano" hacia la sostenibilidad. En este sentido, la compañía considera que un cultivo sostenible debe garantizar aspectos como un menor consumo de agua, un reciclaje de los residuos generados, el fomento de la economía local y el uso racional de pesticidas y fertilizantes.

"Los criterios de la agricultura sostenible son más amplios que los ecológicos, porque ya no solo se centran en el cultivo, ya que no utiliza herbicidas o pesticidas, sino que fomenta el medio ambiente en todos los medios de vida que crecen a partir de los cultivos. La producción ecológica está certificada mientras que el código de agricultura sostenible de Unilever --empresa matriz de Knorr-- obliga a cumplir con proovedores programas sociales económicos y ambientales", asegura Montanya.

EL TRABAJO DE AGRAZ

Uno de estos proovedores es la compañía pacense de Agraz, que se dedica a la fabricación de tomate concentrado y en polvo y que destina en torno al 60 por ciento de su producción a Knorr. Actualmente, su stock anual está sobre las 200.000 toneladas de tomate y utilizan unas 2.200 hectáreas en las que trabajan 150 agricultores.

Para el director de sostenibilidad de la planta de Agraz, Víctor Rubio, la clave de la sostenibilidad de su organización parte de una reducción en el uso de los fertilizantes y de un control de una serie de variables que ayude a los agricultores a minimizar el riesgo. En esta línea, Rubio cree que hay que tener en cuenta que la agricultura es un sector muy variable donde la meteorología tiene un valor "crucial" y afirma que todos los suministros a las tomateras son "los mínimos necesarios".

No obstante, para aplicar esos suministros en el mejor momento, la fábrica requiere de unos medidores que puedan avisar de las necesidades de los cultivos. Según el CEO de Conesa -entidad propietaria de Agraz--, Manuel Vázquez, la aplicación de los pesticidas y del agua en cada caso depende en los campos del grupo de la utilización de dos aspectos: el control de plagas por feromonas y la irrigación soterrada por goteo.

En primer lugar, una toma de muestras de insectos puede estimar la presencia de una plaga o no y en esos casos, realizar "una aplicación eficiente de pesticidas". En el segundo lugar, el goteo soterrado, aunque Vázquez asegura que todavía no se ha desarrollado en todas los cultivos, ayuda a obtener una irrigación más "efectiva", ya que el agua llega directa a la raíz.

"Desde Knorr, nos exigen que cumplamos con estos requisitos y nuestros agricultores están formados al respecto", ha concluido Rubio, quién ha añadido que, a diferencia de la agricultura ecológica, lo sostenible no necesita de "tres mundos" para poder satisfacer la demanda de alimentos actual.

Asimismo, Knorr también posee los servicios de la fábrica de Transar (Badajoz) en tratamiento de tomate y los de una fábrica de albahaca de Sevilla. Junto a estas, la firma comprende un total de 40 campos de cultivo en todo el mundo. Finalmente, Knorr ha valorado la necesidad del reciclaje dentro de los objetivos para los próximos cuatro años. Según explica su portavoz, desde que en 2010 Unilever lanzara el plan para 'una vida más sostenible', se han conseguido depurar 10,6 millones de litros de agua.

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