Crisis de abastecimiento

Los almacenes cortan el grifo de la leche a los súper: "Hoy no llegó en el camión"

Empleados de distintos establecimientos confirman restricciones en la distribución de productos derivados de la leche para que las tiendas los pongan a la venta por la huelga de transportes. 

Lineal supermercado
Lineal supermercado
Alba González Aranda

Aceite de girasol, harina... y ahora leche. Los consumidores vuelven a llenar sus carros de la compra con productos básicos que quieren guardar en su despensa ante el miedo de quedarse sin ellos al calor de la huelga de transportistas. El paro indefinido está poniendo en jaque a los sectores básicos y mientras desde el Gobierno anuncian medidas "contundentes" para defender a los camioneros que sí quieren trabajar -los paros están convocados por un sindicato minoritario-, los supermercados alertan del racionamiento que desde sus plantas logísticas  se ven forzadas a imponer entre sus establecimientos para evitar colgar el cartel de 'producto agotado' en breve en los productos lácteos. Porque empieza a llegar menos leche para poner a la venta que la pedida por los súper. Es lo que relata a La Información una empleada de Lidl: "Hoy en el camión no ha llegado ningún paquete de leche y el martes no llegó leche sin lactosa".

En los lineales de los supermercados aún queda leche, pero los propios empleados temen que por poco tiempo tras ver el ritmo al que desaparece. "Este es el tercer carro de leche que repongo hoy", confiesa un reponedor de Ahorramás sobre las 12:00 de la mañana de este jueves. En esta cadena de tiendas también confirman el racionamiento que ha visto durante toda esta semana desde la planta logística: "Antes llegaban unos 10 palés de leche y ahora tan solo dos". Y explica: "Desde el almacén intentan asegurar el abastecimiento a todos los supermercados por igual, aunque el pedido realizado desde tienda sea mayor". Su foto fija se repite en el resto de tiendas que visitamos: estanterías semivacías y carritos de la compra llenos de productos lácteos. 

Persona comprando leche
Aprovisionamiento de leche en el supermercado.

Alba González Aranda

El sector de la alimentación está siendo, sin duda, el más castigado por la huelga. Desde el lácteo hasta el pesquero, pasando por el de las cervezas o el agua mineral, entre otros. En concreto, la industria láctea ya ha anunciado que paralizará la actividad transformadora este jueves ante la ausencia de los productos necesarios para continuar con la producción. Desde las plantas logísticas contactadas por este medio insisten en que la actividad no está siendo afectada y que esta transcurre con total "normalidad" sin dar más detalle acerca de los suministros con los que cuentan. "Los consumidores no tienen nada por lo que preocuparse", declaran desde el departamento de marketing de una de ellas. En la misma línea, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Planas, confirmaba esta mañana que los convoyes para garantizar el abastecimiento de alimentos "están funcionando".

La huelga de transportes ha monopolizado las conversaciones de los compradores en los pasillos del supermercado con permiso de la guerra en Ucrania.  Comentarios como "está volviendo la histeria a la población" o "el otro día fui al supermercado y no quedaba pasta", se escuchaban a primera hora de la mañana en un barrio de Madrid. Ver el estante del aceite de girasol vacío parece ya habitual. Lo que pueda suceder ahora con productos como la leche o el yogur tendrá mucho que ver con la continuidad de la huelga de transporte. Poder comprarlos no es misión imposible a día de hoy, pero en la lista de la compra de muchos españoles los primeros puestos los ocupan ya el aceite, el pollo, la harina, el pescado y desde hoy, la leche. 

Cadena de distribución 

Desde el sector lácteo tampoco hay soluciones. Ignacio Eola, presidente de la Organización Interprofesional Láctea (Inlac) advierte del posible "colapso del mercado".  Confiesa que desde Galicia y la cornisa cantábrica no está saliendo el producto envasado, por falta de materias primas para la fabricación de los cartones o de los tetabricks en los que se envasa la leche. "El producto no puede llegar a las tiendas", lamenta. La situación genera una "tensión en la cadena" y augura que los grandes damnificados son los ganaderos, quienes "se están viendo obligados a tirar parte del producto, pues no hay transporte disponible para su recogida". 

Desde la Cooperativa Lácteas Unidas (CLUN), su director general Juan Gallastegui, recuerda que "la leche es un alimento altamente perecedero y esencial para el consumo diario". Pone además el acento en que "los márgenes de tiempo que se manejan en este sector son estrechos". "La leche, los yogures… nuestros productos lácteos son alimentos básicos en la alimentación de las personas", argumenta. "Es prioritario que nuestros productos sigan llegando a los hospitales, las residencias de mayores, las guarderías…", concluye. 

Por otro lado, Ricardo Gómez Vizcaíno, presidente de la Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches (COVAP) comenta que "las fábricas se están viendo afectadas pero continúan funcionando". De igual modo insiste en que se buscan soluciones que "garanticen los servicios mínimos para la fabricación de piensos y el envase de la leche sin que signifique el cese de la actividad".

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