Rajoy dice que "los últimos anuncios convierten al Gobierno en el rey de la improvisación"

Badajoz.- El presidente del PP, Mariano Rajoy, se ha referido hoy a los últimos "anuncios" económicos de Rodríguez Zapatero, "que no decisiones", como unas "medidas atolondradas" que han convertido al Gobierno de España "en el rey de la improvisación y del bandazo".

Así se ha pronunciado durante la clausura de la I Convención sobre Agricultura, Desarrollo Rural y Energía que el PP extremeño ha celebrado desde ayer en Badajoz.

"España lo que necesita es un plan serio, unos objetivos entendibles, un camino por el que transcurrir y unas medidas económicas", ha afirmado.

"Hacen las cosas tarde, mal, a rastras, sin hablar con nadie y se lo advertimos", ha aseverado el líder de la oposición, que ha recordado que fue el propio presidente del Gobierno quien rechazó la ayuda del PP "porque dijo que la economía no se pacta porque es una cuestión ideológica".

Pues bien, ha manifestado hoy Rajoy a Rodríguez Zapatero, "sus prejuicios ideológicos y su actitud, más propia de un doctrinario que de un gobernante, nos han situado en donde estamos en este momento".

Ha argumentado que peor que la crisis, que es muy grave, "es el Gobierno de España y su actitud ante la crisis", porque, ha afirmado, después de engañar a los ciudadanos, de no hacer nada, de negarlo todo, de hacer demagogia y de criticar al PP, "después de todo eso, llegan las medidas atolondradas".

Tras señalar que la primera decisión que hay que tomar para afrontar la crisis es "decir la verdad", algo que a su juicio está incumpliendo Rodríguez Zapatero en los dos últimos años y que ha vuelto a hacer esta mañana en Madrid, ha lamentado las cifras económicas sobre el país dadas a conocer ayer.

En concreto, ha lamentado que más de 200.000 españoles perdieron su puesto de trabajo en el último trimestre de 2009 según los datos de la Encuesta de Población Activa, y que España es el país de la UE con más desempleados, de acuerdo con los datos ofrecidos por la Oficina Económica de la Comisión Europea.

A ello ha sumado que el crecimiento económico de España en 2009 ha sido el más bajo de los últimos treinta años, mientras que el déficit público ha sido el más alto, así como el incremento de la deuda pública, "y todo esto -ha aseverado- se plasma en lo que es más duro", más de cuatro millones de parados.

Frente a un "Gobierno a la deriva", ha resumido su propuesta económica en un control del gasto público, el déficit y la deuda pues, lo contrario, según ha dicho, lastra el presupuesto, impide dedicar dinero a otras políticas, dificulta el crédito al sector privado y genera desconfianza.

Ha defendido de nuevo una reforma laboral, una reestructuración del sistema financiero y una política económica diferente a la actual, para así no asustar ni alarmar a los ciudadanos, "que es lo que está haciendo por su incompetencia y por no haber hecho nada en cinco años el señor Rodríguez Zapatero".

Por contra, ha criticado el incremento del presupuesto de 2010, la subida de los impuestos, que derivará en una pérdida del poder adquisitivo de los pensionistas, y ahora un plan de austeridad cuando "hace 20 días -ha apuntado- estaban criticando al PP por decirles que no se podía hacer un presupuesto que hipotecase el futuro de España".