La moneda brasileña, que en 2015 perdió 32,6% de su valor ante la divisa estadounidense, caía 1,96% hacia el mediodía cotizado en 4,029 por billete verde. El miércoles, último día hábil del año pasado, había terminado en 3,95.
El real había cerrado el 1º de octubre pasado en 4,004 por dólar aunque el mes anterior había caído a niveles aún más bajos, en los días más turbulentos del mercado cambiario en un año de crisis para Brasil. El 23 de septiembre registró su menor valor histórico, 4,145 por dólar.
La bolsa, de su lado, perdía 1,59% con su principal indicador, el Ibovespa, ubicado en los 42.661 puntos y siguiendo la tendencia de los mercados internacionales, afectados por el derrumbe de las bolsas asiáticas y europeas tras la caída en China a consecuencia de la publicación de malos indicadores económicos.
El parquet paulista cerró el miércoles en 43.349 puntos y con un retroceso anual de 13%.
El real y la bolsa resintieron el año de crisis en Brasil, que está sumergido en una recesión económica y un torbellino político que tiene a la presidenta Dilma Rousseff ante la posibilidad de un juicio político, en una tormenta que se prevé continúe en 2016.
En ese escenario, el gobierno no ha logrado aprobar un paquete de medidas de reajuste fiscal para ordenar las deterioradas cuentas públicas.
Esta jornada, además de la caída en China, los mercados brasileños también recibieron la noticia de que analistas y operadores consultados en la encuesta semanal Focus del Banco Central revisaron nuevamente a la baja la previsión de caída de la economía para este año, de 3,7 a 3,71%. Hace un mes la previsión era de 3,5% de contracción.
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