Repsol invertirá 130 millones de euros para reducir el riesgo de vertidos en Tarragona

Tarragona.- Repsol acelerará inversiones por valor de unos 130 millones en mejorar la seguridad de sus instalaciones de Tarragona para "minimizar" el riesgo de vertidos, según ha anunciado hoy el presidente de la compañía petrolífera, Antonio Brufau.

Brufau ha hecho este anuncio tras reunirse en la Autoridad Portuaria de Tarragona (APT) con responsables políticos de la zona para tratar los últimos episodios de contaminación protagonizados por Repsol, que han despertado la indignación entre los agentes turísticos y el sector pesquero de la zona.

En el encuentro han participado la subdelegada del Gobierno en Tarragona, Teresa Pallarès; el alcalde de Tarragona, Josep Félix Ballesteros; el delegado de la Generalitat, Joaquim Nin; el concejal de Vila-seca Xavier Farriol; el alcalde de Salou, Pere Granados; el alcalde de Cambrils, Robert Benaiges, y el jefe de gestión económica de la Autoridad Portuaria, Josep Maria Maceira.

Tras finalizar la reunión, Brufau ha anunciado el compromiso de la compañía de poner en marcha de manera "inmediata" un Plan Integral de actuación en el área marítima de Tarragona, que contempla una batería de medidas que afectan a todas las áreas de actividad de Repsol en el litoral de Tarragona.

Fundamentalmente, estas medidas se concentran en el desarrollo de un plan de inversiones, por un montante de 130 millones en los próximos cuatro años, destinados a la mejora de la plataforma Casablanca y de las instalaciones del litoral marítimo, así como a la prevención y detección de vertidos, y a la dotación de recursos para la intervención inmediata en ese tipo de contingencias.

Esta inversión ya estaba prevista, pero a un plazo de tiempo más largo, y los últimos sucesos han acortado su puesta en práctica.

En ese sentido, destaca una inversión en un plazo de dos años de 50 millones de euros para implementar los "estándares más avanzados del mundo" en materia de mecanismos instrumentales, de seguridad, de revisión y de mantenimiento en la plataforma Casablanca, situada frente a las costas del Delta del Ebro y construida en 1981, ha destacado Brufau.

Por otra parte, en un plazo de "tres o cuatro años" se invertirán unos 80 millones en la sustitución de "casi todos" los oleoductos que unen el rack, la monoboya y el pantalán de Repsol, situado en el puerto de Tarragona, con la petroquímica.

Además, de "manera inmediata" se contempla la dotación de una nueva embarcación de vigilancia 24 horas con sistema de recogida de hidrocarburos -hasta ahora la vigilancia se realizaba cada ocho horas- y la implantación de una nueva tecnología avanzada mediante infrarrojos para la detección temprana de derrames, que está siendo ensayada por los investigadores del Centro de Tecnología de Repsol.

La revisión de la organización y de los procedimientos operativos con el objetivo de detectar áreas de mejora o los refuerzos de plantilla son otros de los compromisos de la compañía.

Además, Repsol ha anunciado la creación de la figura del responsable de Medio Ambiente Marino para todas sus operaciones en el ámbito litoral de Tarragona, que tendrá plenas atribuciones para intervenir o suspender operaciones y para movilizar los medios necesarios en caso de contingencia.

Finalmente, se ha creado una comisión de seguimiento en la que Repsol informará periódicamente a las autoridades sobre los avances del Plan Integral.

Tras finalizar la reunión, todos los asistentes han manifestado su "satisfacción" por los compromisos expresados por Repsol, si bien han advertido que estarán "vigilantes" a la implementación de estas medidas encaminadas a minimizar riesgos.

"Hoy es el inicio de una nueva fase y una nueva manera de planificar y trabajar en el territorio", ha destacado Pallarès, mientras que Joaquim Nin ha subrayado que hoy se han puesto las bases para que este tipo de accidentes "tengan el menor impacto posible, porque el riesgo cero es imposible".

En este sentido, Brufau ha asegurado que la tubería que causó el último vertido fue revisada hace un año y "no demostró ningún poro".

"Las cosas pasan y lo que tenemos que hacer es poder actuar inmediatamente, ya que la seguridad absoluta no existe", ha dicho Brufau, que ha declinado valorar las informaciones que apuntan a que los últimos vertidos habrían provocado el derrame de unos 200.000 litros, aunque ha dicho que las estimaciones de la compañía son más modestas.