Legislación medioambiental

Golpe al turismo de lujo: requisan un resort en la exclusiva isla en forma de delfín

Las autoridades italianas requisaron hoy un resort de lujo en una pequeña isla en la lujosa Costa Amalfitana, que en el pasado fue propiedad del bailarín ruso Rudolf Nuréyev, por contravenir la legislación medioambiental.

Islote 'Li Galli'
Islote 'Li Galli'
De Agostini via Getty Images

Italia ha dado un paso firme en la protección de su patrimonio natural y cultural. Hoy, las autoridades confiscaron un lujoso resort en la isla 'Li Galli', situada en la prestigiosa Costa Amalfitana, por incumplir las normativas medioambientales. Esta isla, con forma de delfín y rica en historia, ha sido un destino popular para personalidades de renombre desde tiempos de la Roma antigua.

Los imputados

La Guardia de Finanza, la policía fiscal italiana, ha requisado el resort, su puerto y la planta desaladora por estar construidos sin los permisos necesarios. El juez de Salerno ha imputado al propietario del complejo por delitos ambientales y urbanísticos, según informan medios locales.

Infracciones

La Fiscalía sostiene que en 'Li Galli', una isla de propiedad privada pero bajo protección estatal por su valor arqueológico, se ha desarrollado un complejo urbanístico ilegal. El resort actualmente cuenta con instalaciones como casas con piscina, helipuerto, restaurante, iglesia y centro de bienestar, todos presuntamente construidos sin las autorizaciones pertinentes.

Un lugar de leyenda

'Li Galli', parte del Archipiélago de las Sirenas, famoso por su conexión con la mitología griega y Homero, mide aproximadamente 400 metros de longitud. Habitada desde la época romana, la isla ha sido propiedad de figuras notables como el coreógrafo ruso Léonide Massine y el bailarín Rudolf Nuréyev.

Cambios de propiedad

Después de Nuréyev, quien la adquirió en 1989, la isla pasó a manos del empresario hotelero italiano Giovanni Russo tras la muerte del bailarín en 1993. La Costa Amalfitana, donde se encuentra 'Li Galli', es conocida mundialmente por su hermosura y está catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1997.

Este caso resalta la tensión entre el desarrollo turístico y la preservación del patrimonio natural y cultural, demostrando el compromiso de Italia con la protección de sus valiosos recursos y paisajes. Las leyes medioambientales son fundamentales para proteger espacios naturales y culturales, especialmente en regiones de gran valor histórico y ecológico, como la Costa Amalfitana. El turismo de lujo puede tener un impacto significativo en el medio ambiente y en sitios históricos. La gestión y regulación de estas actividades es crucial para asegurar que el desarrollo turístico se realice de manera sostenible y respetuosa.

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