El Gobierno ruso anunció hoy que introducirá aranceles a la exportación vinculados con el tipo de cambio de la moneda nacional, el rublo, para frenar el alza de los precios. La medida provisional, que entrará en vigor el 1 de octubre y regirá hasta finales de 2024, pretende proteger el mercado interno, según el comunicado gubernamental. Los aranceles serán flexibles y oscilarán entre el 4% y el 7% -10% en el caso de los fertilizantes- en caso de que la divisa se cotice por encima de los 80 rublos por dólar.
En caso de que el curso del rublo baje de 80 frente a la moneda estadounidense, entonces el arancel quedará automáticamente anulado. "La regulación se aplica para mantener una relación racional entre la exportación de bienes y su consumo interno. La decisión permitirá proteger el mercado interno de un injustificado alza de los precios", señala la nota oficial. La devaluación del rublo, que ha perdido la mitad de su valor desde mediados de 2022 y un tercio desde principios de año, ha provocado un aumento de los precios de los productos básicos.
La moneda rusa alcanzó a mediados de agosto los 100 rublos por cada moneda estadounidense y después de varias medidas gubernamentales, se reforzó ligeramente, aunque en las últimas semanas ha vuelto a depreciarse y actualmente ronda los 96 rublos por dólar. Por ese mismo motivo, el ejecutivo ruso decidió también hoy prohibir la exportación de combustible -gasolina y diesel- con el fin de estabilizar el mercado.
La única excepción serán cuatro socios de Rusia: Kazajistán, Bielorrusia, Armenia y Kirguistán. Rusia, uno de los principales productores de petróleo del mundo, exportó casi 5 millones de toneladas de gasolina y 35 de diésel en 2022. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha admitido discrepancias entre el Gobierno y el Banco Central a la hora de controlar la inestabilidad de los mercados financieros.
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