Qatar Vision 2030

Sánchez llega tarde al plan millonario de Catar por las inversiones del Mundial

Uno de los tres pilares económicos que se tratarán durante la vista del emir a España será la participación de nuestro país en un proyecto de inversión en infraestructuras que lleva ya siete años en funcionamiento. 

Sánchez llega tarde al plan de Al-Thani:
Sánchez llega tarde al plan millonario de Catar por las inversiones del Mundial.
Antonio Gutierrez Herguedas

El Gobierno se viste de gala para recibir al emir Al-Thani. Desplegando una alfombra roja y midiendo al milímetro cada detalle, Moncloa se prepara para una cumbre con la que espera sellar tres objetivos con los que impulsar el crecimiento de España en un momento en el que la mayoría de los indicadores muestran su escepticismo sobre las previsiones del Ejecutivo. El primer pilar consiste en aumentar la importación de gas procedente del país del Golfo pérsico (tras la nueva realidad que se vive en Rusia y el giro diplomático -e inesperado- con Argelia). El segundo tratará de captar financiación del fondo soberano de Catar para invertir en energía verde.

Y, por último, el tercero -y quizás el que menos se sustenta- buscará que las empresas españolas participen en el plan Qatar Vision 2030. Un proyecto con el que se busca ser parte del despliegue histórico de infraestructuras, que lleva materializando Catar desde 2015 y que partía de una inversión de 350.000 millones de euros en los próximos quince años. Fuentes expertas del sector consideran que las empresas españolas han recibido una porción reducida de este monto, ya que las adjudicaciones ya comenzaron hace varios años.

Aunque este plan tiene como objetivo la transformación de una ciudad sostenible y ecológica hacia el año 2030 para "ofrecer un alto nivel de vida a su población", la cantidad principal de esta inversión ya ha tenido lugar. La razón de esto último se debe a que el Gobierno catarí ha tratado de tener su ciudad preparada para acoger el Mundial de 2022. De hecho, y según afirmó el ICEX (Instituto de Comercio Exterior) en 2015 (que fue cuando dio inicio a esta gran inversión) "el sector de la construcción juega aquí un papel fundamental para cumplir los objetivos de desarrollo fijados para el año 2030. De hecho, se espera que esta industria en la región del Golfo presente el crecimiento más rápido en el período comprendido entre 2016 y 2020, gracias a la enorme inversión en infraestructuras que realizará Catar".

Un escenario que empuja a España a participar en un proyecto cuyas infraestructuras ya comenzaron a adjudicarse a compañías extranjeras hace siete años y que, además, tendrá en menos de medio año el gran colofón de su plan: la Copa Mundial de fútbol. Una realidad que apunta a que esta tercera pata, como la definen en Moncloa, con la que tratará de seducir al empresariado español, podría ser, al final, la menos jugosa.

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Los reyes de España almuerzan con el emir de Catar y su mujer.

Antonio Gutierrez Herguedas

No obstante, y pese a la falta de previsión del Ejecutivo por sellar antes la asociación estrategica con Catar (un estatus que ya poseían otros países de nuestro entorno, como Italia o Francia), algunas compañías españolas han podido participar en la construcción de algunos estadios del Mundial. Entre ellas destacó el estudio de arquitectura, Fenwick Iribarren, que ayudó con el diseñó del 974 Stadium. El emir de Qatar ha anunciado, tras cenar ayer con el rey Felipe VI, una inversión adicional de 4.720 millones. Así lo ha desvelado durante el brindis con motivo de la cena de gala en su honor que han ofrecido los Reyes en el Palacio Real.

La posición de Sánchez con respecto a los países del Golfo Pérsico ha ido cambiando con el paso de los años. En sus primeros meses en La Moncloa, mantuvo una actitud crítica con estos territorios. Entre ellos cabe mencionar la polémica surgida en torno a la posibilidad de suspender la venta de armas a Arabia Saudí en el verano de 2018. Por otro lado, el Ejecutivo se sostenía -y se sostiene- en unos socios muy críticos con la elección de Catar como anfitrión del Mundial 2022 ya que consideran que es un país que ataca los derechos humanos.

Septiembre de 2018, una reunión poco fructífera

El jeque Al-Thani ya se reunió con Sánchez hace cuatro años. Allí, ambos mandatarios -junto con el viceprimer ministro y ministro de Relaciones Exteriores de Catar- se comprometieron a firmar una declaración Conjunta para cooperar en el desarrollo de proyectos conjuntos de inversión en el exterior. Un plan que se materializó a través de la compañía Cofides y la Autoridad de Inversiones de Catar (QIA). Por lo que se crearía un instrumento con el que canalizar la inversión en aquellas regiones de interés mutuo, con especial énfasis en América Latina.

Una reunión que -observándose con perspectiva- se podría calificar de poco fructífera, sobre todo si tenemos en cuenta que durante aquellos años el plan Catar Vision 2030 estaba en pleno auge. En pocos años tendría lugar la Copa del Mundo de fútbol, cuya sede fue anunciada casi una década antes. Aunque desde Moncloa aseguran que llevan varios años trabajando este acuerdo, el presidente Sánchez podría haber aprovechado dicha reunión con el emir para -en lugar de incentivar la inversión en América Latina- cimentar las bases y adelantar un acuerdo como el firmado hoy, que ha aterrizado en nuestro país casi un lustro después de aquella cumbre.

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