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Madrid, 25 abr.- El consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, ha cifrado hoy en unos 23.000 millones de euros la aportación de la banca "sana" para resolver los problemas generados por las entidades débiles.
"Todo el mundo se queja de los bancos, pero (la reestructuración) nos está costando mucho dinero" y ha incidido en que "no todo va con dinero público".
Por eso, el "número dos" del Santander se ha quejado públicamente en la presentación de resultados de que los bancos sanos tengan que resolver los problemas de las cajas débiles asumiendo un coste "muy importante".
Sólo en el caso del Santander, la factura de la reestructuración asciende a unos 3.300 millones y la del resto de la banca, unos 10.000 millones, teniendo en cuenta las contribuciones del Fondo de Garantía de Depósitos y del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para vender CCM, CAM y Unnim.
En concreto, la banca aportó 3.000 millones a través del FROB para la venta de CCM; otros 6.500 en la de CAM y 950 en la de Unnim.
Pero además, Sáenz ha advertido de que a esa cifra hay que sumarle unos 6.000 millones más por los esquemas de protección de activos (epas) concedidos en algunas subastas y la contribución de "casi todas" las entidades al "banco malo", Sareb.
"Las epas las tendremos que pagar entre todos" con aportaciones "ordinarias o extraordinarias" al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) y también tendremos que contribuir a la liquidez de las preferentes.
Si sumas la derrama extraordinaria o incremento de la cuota del FGD del año 2009, la aportación en forma de capital al saneamiento de CCM, la de la CAM y la de Unnim, las epas, el Sareb y el dinero a aportar para dar liquidez a las preferentes da como resultado 23.000 millones de euros.
"Es verdad que aportación no es lo mismo que coste, por lo que hay que quitar la aportación al Sareb y si la quitamos, al Santander le ha costado 2.500 millones", explicó.
Posteriormente, y preguntado por si la Sareb está vendiendo los pisos con sobreprecios en vez de favorecer una caída de los mismos en el mercado, Sáenz aseguró que "ellos tienen su política" y dejó claro que "nosotros somos sólo accionistas, aunque opinamos", pero ellos tienen "sus propios intereses" y lo hacen "razonablemente bien".
Para Sáenz, la Sareb no está teniendo "un efecto perturbador" en cuanto a los precios en el mercado inmobiliario, como la entidad llegó a pensar al principio, por lo que descartó que vayan a tener que dotar más provisiones para cubrir los inmuebles que tienen en cartera.
Asimismo, aclaró que el llamado "banco malo" tampoco les está resultando un competidor, puesto que tienen "mas segunda vivienda y costa" que la entidad, por lo que están en diferentes mercados.
Tampoco se quiso mojar mucho en la posibilidad de que los precios del mercado inmobiliario hayan tocado fondo, aunque admitió que podrían bajar todavía un poco. EFECOM
mbr-ala/son
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