Senado de EE.UU. aprueba nuevas sanciones económicas contra Irán

  • El Senado de Estados Unidos aprobó hoy nuevas sanciones económicas hacia Irán, especialmente contra su sector financiero y petrolero, en respuesta a las dudas sobre el programa nuclear de Teherán.

Washington, 21 may.- El Senado de Estados Unidos aprobó hoy nuevas sanciones económicas hacia Irán, especialmente contra su sector financiero y petrolero, en respuesta a las dudas sobre el programa nuclear de Teherán.

Estas nuevas medidas, que ahondan las anunciadas por el presidente Barack Obama hace unas meses, incluyen la exigencia de revelar datos sobre negocios con empresas iraníes por parte de las compañías que cotizan en Wall Street y multas a empresas que suministren tecnología con fines policiales o de censura a Irán.

"Hoy el Senado ha demostrado que todavía podemos actuar de manera bipartidista en prioridades importantes", afirmó Tim Johnson, senador por Dakota del Sur y presidente del comité bancario, tras votarse el endurecimiento de las represalias.

La propuesta de los demócratas, mayoría en el Senado, fue rechazada por los republicanos la pasada semana, ya que exigía que se incluyera de manera explícita en el texto la posibilidad del uso de la fuerza contra Irán.

"Aunque las sanciones son una parte de la intención de convencer a Irán que los costes de perseguir estas armas son mayores que cualquier beneficio percibido, los republicanos insistimos en que la ley incluyera el compromiso del presidente de que todas las opciones están sobre la mesa", dijo en un comunicado Mitch McConnell, líder de la minoría republicana en el Senado.

"De este modo, evitamos cualquier percepción contraria que el silencio en el uso de la fuerza pudiera haber originado", agregó McConnell.

Estas nuevas sanciones se producen a dos días de que tengan lugar en Bagdad nuevas discusiones sobre el programa nuclear iraní con la participación del G5+1 (Estados Unidos, Francia, Rusia, Gran Bretaña, China más Alemania) y representantes iraníes.

Este fin de semana, durante la cumbre del G8 celebrada en Camp David (EE.UU), Obama aseguró que los líderes allí reunidos tienen una "postura unida" en torno a Irán y señaló que Teherán continúa siendo "incapaz de convencer a la comunidad internacional" de que su programa nuclear es pacífico.

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