El voto de Kamala Harris decisivo

El Senado de EEUU da luz verde al gran plan climático y fiscal de los demócratas

El proyecto salió adelante a pesar de la aprobación de una de las últimas enmiendas republicanas, dirigida a limitar la recaudación de un impuesto mínimo del 15% a las compañías que ganan más de 1.000 millones.

El presidente de EEUU, Joe Biden .
El Senado de EEUU da luz verde al gran plan climático y fiscal de los demócratas.
Agencia EFE

Buenas noticias para Joe Biden tras superar su 'rebote' en Covid, el Senado estadounidense logró aprobar este domingo el ambicioso plan climático, sanitario y fiscal de los demócratas, que contempla inversiones de miles de millones de dólares en energía limpia en los próximos diez años, en una votación en la que hicieron falta todos los votos progresistas de la Cámara más el voto de desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris.

La Ley de Reducción de la Inflación, nombre oficial del proyecto, salió adelante gracias a la disciplina de voto de los senadores demócratas, que aguantaron una sesión maratoniana de más de 20 horas de debate y enmiendas en la que los republicanos trataron de forzar votaciones políticamente difíciles con la intención de echar por tierra el consenso progresista. "Ha sido un camino largo y difícil, pero por fin estamos al final", dijo triunfal el líder de los demócratas, Chuck Schumer, momentos antes de comenzar la votación.

El proyecto salió adelante a pesar de la aprobación de una de las últimas enmiendas republicanas, dirigida a limitar la recaudación de un impuesto mínimo del 15% a las compañías que ganan más de 1.000 millones de dólares, gracias al apoyo de la senadora demócrata díscola Kyrsten Sinema, lo que hizo temer por el futuro del acuerdo.

También hubo algunas enmiendas del senador demócrata Bernie Sanders para tratar de escorar algunos de los aspectos climáticos y sanitarios del programa más hacia la izquierda, pero todas fueron rechazadas para mantener el proyecto lo más intacto posible y asegurar así el apoyo de todos los progresistas.

A pesar de la complicada tramitación, el grupo parlamentario logró mantenerse unido y votó al unísono a favor del plan, incluidos los senadores díscolos Sinema y Joe Manchin, cuyo reciente apoyo a la propuesta revivió un plan que se creía muerto hasta hace poco más de una semana. El proyecto requería el voto afirmativo de todos los senadores progresistas para salir adelante, ya que todos los republicanos estaban en contra.

Actualmente, el Senado se encuentra dividido 50-50 entre progresistas y conservadores, aunque los demócratas tienen el voto de desempate de la vicepresidenta. La Ley de Reducción de la Inflación contempla más de 400.000 millones de dólares en nuevas inversiones, casi todas centradas en dar un impulso a la industria de la energía verde en el país y a reducir las emisiones de gases contaminantes.

Supondría la mayor inversión pública contra el cambio climático en la historia de Estados Unidos. Sus partidarios estiman que servirá para reducir en un 40% las emisiones contaminantes del país de aquí a 2030. Para financiarlo, los demócratas proponen un impuesto mínimo del 15% a las compañías con beneficios superiores a los 1.000 millones de dólares, y reforzar la agencia de recaudación de impuestos para hacer más difícil evitar pagos, entre otras cosas.

Además, el plan permitiría que Medicare, un programa de cobertura sanitaria para las personas mayores de 65 años, pueda negociar los precios de las medicinas recetadas. La Casa Blanca espera que esto reduzca los precios de los medicamentos y ayude en parte a reducir las presiones de la elevada inflación, del 9,1% en junio, además de contribuir a reducir el déficit público.

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