La sequía rompe el acelerón de los últimos años en la compraventa de fincas rústicas

Los últimos acontecimientos relativos a los problemas medioambientales han provocado una caída en la compraventa de las fincas rústicas. La sequía durante gran parte del año ha sido el principal factor en la disminución de estas operaciones. En el primer semestre de 2023, las compraventas de estos activos han caído casi un 6% respecto al mismo período del año 2022, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre Estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad. Estos datos suponen un gran retroceso en un ámbito que el año pasado se situó en niveles precovid y del que no presagia un futuro claro, según indican los profesionales del sector.

En este sentido, el CEO y fundador de Cocampo, Regino Coca, apunta a que “la sequía ha afectado sobre todo al olivar y al almendro”, ya que es muy necesaria el agua en las plantaciones de este tipo, lo que ha contemplado “grandes pérdidas de cosecha” y ha retraído las operaciones de compraventa agrícolas. Por su parte, Javier Murillo, CEO de Crops Capital, hace hincapié en que ni la subida de tipos ni la inflación suponen un inconveniente primordial para la compra de estas fincas, aunque se dejen notar de forma puntual ahora. Frente a ello, para el director del departamento de fincas rústicas de Gilmar, Juan Fraile ,“la incertidumbre” económica es el gran factor del descenso.

Las fincas rústicas cuentan con diferentes tipos de compradores que, a su vez, presentan distintos perfiles. Por un lado están quienes buscan una rentabilidad económica o financiera a la inversión, y quienes solamente se encomiendan como segundas residencias o de ocio. Además de ello, Coca destaca que existen tres tipos principales de clientes: particulares, agricultores y ganaderos, y las empresas, fondos de inversión y family offices. Los expertos destacan que el interés por las “agropecuarias” es ante todo de los españoles, con un perfil “mayor de 40 años y con sus necesidades primarias satisfechas”, explica Fraile a La Información. En referencia al resto de tipos de fincas, los profesionales ven un interés por parte de inversores extranjeros en las propiedades, sobre todo en las destinadas a uso residencial.

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En la actualidad, y por el alto precio de los cereales, la demanda es abundante para las granjas ganaderas y de regadío, explica el CEO de Crops Capital, porque proporcionan una buena rentabilidad además de servir como valor refugio e ir revalorizándose con el paso del tiempo. Algo parecido sucede en las plantaciones dedicadas al “pistacho, almendro y olivo”, ya que son trabajos que se pueden mecanizar y no se penalizan por el uso intensivo de mano de obra, explica Javier Murillo. A pesar de que el comprador español tenga el mismo perfil, los hábitos han experimentado un gran cambio.

Los propietarios quieren flexibilidad y cercanía a su residencia o a un aeropuerto, indica el CEO de Cocampo.

Castilla y León a la cabeza y Melilla la última

Por zonas, Castilla y León se anota como la principal comunidad con un mayor número de compraventas de fincas rústicas en los primeros seis meses del año, con 12.183 compraventas, lo que supone una caída del 10,85%, ya que en el primer semestre del año 2022 se registraron 13.666 compraventas en esa autonomía, que también se colocó como la primera del ranking, según los datos del INE. Por detrás está Andalucía, también con una bajada muy parecida de más de 8 puntos porcentuales, seguida de la Comunidad Valenciana, con hasta 10.686 compraventas, si bien en el caso levantino se mejoraron los datos del año anterior. 

En relación a las previsiones a corto plazo, los expertos ven una preocupación en las cifras del mes de julio, en e que se ha notado un descenso de 12 puntos porcentuales respecto al último mes del año anterior. El director del departamento de fincas rústicas de Gilmar hace hincapié en situaciones que retraen la actividad originadas por temas concurrentes como el parón económico que viene. El CEO de Cocampo señala que se realizarán muchas operaciones, “pero que no llegará a las cifras de los dos últimos años”, ya que se anotaron las cifras más altas “de la década”. Mientras, Murillo destaca las buenas previsiones relacionadas con los sectores agrícola y ganaderos, y espera que otros sectores como el cinegético o el residencial puedan remontar dichas cifras.