Souto de Moura no encuentra proyectos ni en Portugal ni en España

  • El arquitecto luso Eduardo Souto de Moura, premio Pritzker 2011, admitió hoy que pese a recibir el más importante galardón de su especialidad no logra encontrar apenas proyectos en Portugal, donde le gustaría trabajar, ni en España.

Lisboa, 10 abr.- El arquitecto luso Eduardo Souto de Moura, premio Pritzker 2011, admitió hoy que pese a recibir el más importante galardón de su especialidad no logra encontrar apenas proyectos en Portugal, donde le gustaría trabajar, ni en España.

El mercado de obra pública y residencial está totalmente parado en la Península Ibérica, por lo que a la hora de buscar nuevas oportunidades "poco importa más Pritzker o menos Pritzker", un premio considerado el Nobel de la Arquitectura, afirmó Souto de Moura en una entrevista con corresponsales extranjeros en Lisboa.

"Me gustaría poder trabajar en Portugal porque es muy cansado pasar la semana entera fuera. Tengo mi oficina en Oporto, soy portugués, tengo ya una edad (59 años), llevo trabajando desde hace 30 años...", explicó.

En su país natal, inmerso ahora en la peor crisis de su historia reciente, el único proyecto en el que trabaja es un edificio en el embalse de Foz Tua para la empresa Energías de Portugal.

Tampoco encuentra mejores perspectivas en España, donde "la crisis parece que ha afectado al sector más incluso que en Portugal", lo que le ha hecho mirar a Europa, sobre todo a Italia y Francia.

Souto de Moura, de hecho, era el encargado de un proyecto residencial en Santa Coloma (Barcelona), finalmente cancelado por falta de financiación y por el que, según aseguró, acabó en los tribunales.

"La arquitectura portuguesa se convirtió en una profesión de moda antes de la crisis, con más de una veintena de escuelas formando a más de 2.000 arquitectos al año. Después del 'boom', ahora muchos se van a Venezuela, EEUU, Canadá, Francia o Suiza", señaló.

La concesión del prestigioso premio sí que se ha notado, por contra, en un aumento de las invitaciones en el extranjero para que participe en concursos, aunque en competición con "otros 400 o 600 arquitectos".

De media, Souto de Moura estima que durante su carrera ha ganado a lo sumo uno de cada ocho concursos a los que se presentó y sólo acabó por convertirse en realidad uno de cada cuatros proyectos que diseñó.

El arquitecto luso, cuyos trabajos se caracterizan por su estilo minimalista y enfocado a respetar tanto el contexto en el que se sitúa la obra como la función que debe cumplir, asegura no coincidir con la lluvia de críticas que reciben ahora los representantes de esa corriente arquitectónica más "espectacular", como Frank Gehry o Calatrava.

En una época de fuerte crisis, este tipo de proyectos han sido cuestionados por su falta de funcionalidad y elevado coste.

"Este tipo de obras forman parte de la divulgación que la prensa hace de la arquitectura. Una vez resuelto en Europa el tema de la vivienda, lo que tiene interés es lo que es diferente", consideró.

En su opinión, son los políticos los responsables de este tipo de construcción, ya que buscan a arquitectos famosos para construir complejos que se convierten "en símbolos de su poder" con el objetivo de dejar una imagen para el recuerdo, algo que se ha repetido a lo largo de la historia.

Entre sus obras más conocidas destacan en Portugal el metro de Oporto, la casa Quinta do Lago o el Museo de Paula Rego, aunque escoge como su favorita el estadio de fútbol de Braga, construido para la Eurocopa celebrada en Portugal en 2004.

Souto de Moura es discípulo y amigo de Álvaro de Siza, arquitecto portugués que también recibió, en 1994, el premio Pritzker.

Ambos proceden de la Escuela de Oporto, una de las pocas en todo el mundo que cuenta entre sus filas a dos galardonados con esa prestigiosa distinción.

"No sé lo que tiene, pero es verdad que había un ambiente diferente al de otros centros. Es una escuela más pequeña, con tradición, y los profesores eran los mejores arquitectos de la ciudad", recordó.

Interrogado sobre los cambios que se avecinan en la arquitectura residencial en un futuro, apostó por la conservación de las "formas" a nivel externo y auguró cambios en los materiales utilizados, con la popularización de la fibra de carbono.

Souto de Moura recibe hoy en Portugal el premio "Personalidad del año" otorgado por los corresponsales extranjeros a la figura más destacada del país.

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