Tibia respuesta de bancos foráneos a Zona de Libre Comercio a falta de normas

  • Once días después de la apertura de la Zona Piloto de Libre Comercio de Shanghái, con la que China espera aumentar su influencia en la economía mundial, sólo dos bancos extranjeros han mostrado interés por entrar en ella, a falta de saberse los detalles sobre las normativas que regirán la zona.

Shanghái (China), 9 oct.- Once días después de la apertura de la Zona Piloto de Libre Comercio de Shanghái, con la que China espera aumentar su influencia en la economía mundial, sólo dos bancos extranjeros han mostrado interés por entrar en ella, a falta de saberse los detalles sobre las normativas que regirán la zona.

Hasta la fecha diez bancos han solicitado y recibido el permiso oficial necesario para abrir oficinas en la nueva zona, pero la mayoría son entidades estatales chinas, salvo dos excepciones: el banco estadounidense Citigroup, uno de los mayores del mundo, y el singapurés DBS, también el mayor del sudeste asiático.

"En principio, el gobierno esperaba que más bancos extranjeros se sumaran a la primera tanda de entidades en entrar en la zona, lo que habría llamado más la atención en todo el mundo", confesó una fuente no identificada del gobierno local shanghainés, revela hoy en exclusiva el diario independiente "South China Morning Post".

El motivo es que aún no se han anunciado las normas concretas que regularán el funcionamiento de los sistemas bancarios en la zona, aunque el área empezó a funcionar como tal el pasado día 29.

Pese a que el Consejo de Estado (Ejecutivo) publicó 18 sectores de servicios en los que aplicará reformas económicas, y a que se espera que la zona sirva a China de laboratorio de ensayo de una liberalización del cambio del yuan y de los tipos de interés, los esperados detalles de cómo se hará posible siguen sin ser revelados.

El hecho de que la zona haya empezado a funcionar antes de que se publiquen las normas que la regulan, y la puntualización del Ejecutivo al anunciar que autorizaría esas reformas "siempre que los riesgos puedan ser controlados", hacen surgir las dudas.

Según algunos analistas, la única manera de que China pueda permitirse liberar los tipos de interés en la zona, y mantenerlos artificialmente bajos en el resto del país, es que garantice de alguna forma que ambos mercados sean estancos, pues si no los bancos chinos usarían la zona para captar fondos con tipos más altos.

El control de los tipos permite que los bancos estatales chinos puedan ganar dinero a la vez que prestar más barato a las firmas estatales del país, pero si a los ahorradores chinos se les diera la elección, llevarían sus ahorros a bancos (chinos o extranjeros) en la zona de libre comercio, con intereses más altos.

Si eso ocurriese, el dinero empezaría a filtrarse rápidamente del sistema bancario nacional chino hacia la zona de libre comercio, lo que podría poner en peligro todo el sistema financiero de China.

Por eso se espera que la actividad bancaria internacional que se permita en la zona se vea aislada de alguna manera del sistema bancario chino, algo probable, ya que Pekín estudia que las firmas que abran cuentas bancarias libres en la zona deban cerrar las que tengan en China, con excepciones, aunque aún no lo ha anunciado.

La mayoría de los inversores y bancos extranjeros se mantiene así en prudente espera de más detalles sobre las normas de funcionamiento de la zona, que podrían ser aprobadas por el Legislativo en su pleno anual de marzo.

De ahí que, pese a eliminar los procedimientos burocráticos de China para la apertura más rápida y sencilla de sedes bancarias extranjeras en la zona, la respuesta ha sido tan tibia.

En los últimos meses la oficina de la Comisión Reguladora del Sector Bancario de China en Shanghái se reunió con una docena de entidades extranjeras para animarles a dar ese paso, según fuentes gubernamentales y bancarias, e incluso les envió cuestionarios para saber por qué dudaban si establecerse en la zona.

"Una preocupación que tienen muchos bancos extranjeros es si de verdad es necesario que nuestra sucursal en la zona esté completamente separada de nuestras demás sucursales en China", dijo uno de los banqueros cuestionados, ya que supondría "un gasto" que para algunos bancos sería difícil de explicar a su sede central.

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