Estambul, 12 nov.- El Gobierno turco ha anunciado hoy un paquete legislativo para reformar en profundidad la minería, mejorar las condiciones de trabajo y reducir la alta tasa de accidentes laborales en un sector donde cada año mueren docenas de trabajadores.
En una alocución en el Parlamento, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, enumeró una serie de medidas legislativas para ejercer mayor control sobre las explotaciones mineras y otros sectores con alto riesgo de accidentes, como la construcción.
El Ejecutivo da este paso dos semanas después del accidente en la mina de carbón de Ermenek, en el sur del país, donde se han recuperado dos cadáveres pero aún se buscan los cuerpos de otros 16 obreros desaparecidos bajo un alud de agua y fango.
Hoy se supo que el único control que se ejercía sobre el agua acumulada en las galerías, probable causa del accidente, era probar su sabor para determinar si se trataba de agua subterránea o filtrada desde el exterior.
La revelación de esta rudimentaria medida de seguridad ha provocado enérgicas protestas por la total ausencia de medidas de prevención de accidentes en las minas.
La nueva ley premiará con una reducción de impuestos a las explotaciones que trabajen tres años sin accidentes y gravará las que sí registren víctimas mortales, anunció Davutoglu.
Además, se dará formación profesional y se expedirán certificados a los 2,7 millones de obreros en lugares de trabajo especialmente peligrosos, no sólo en minería sino también en el sector de la construcción, donde los capataces deberán tener nociones de seguridad laboral.
Las minas deberán tener, al menos, dos salidas a la superficie y se implantarán sistemas de vigilancia electrónica, además de habilitarse un canal para quejas de los mineros.
Las minas de carbón de Turquía son las más peligrosas del mundo y desde hace años mantienen una tasa de 6,5 obreros muertos por cada millón de toneladas de carbón extraído, una cifra treinta veces mayor que la de países con un desarrollo económico similar.
El pasado mayo, 301 mineros murieron en una mina en el oeste de Turquía, en el mayor desastre de este tipo en la historia del país.
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