Un banquero con experiencia toma las riendas del Novo Banco rumbo a su venta

  • El banco central luso eligió hoy a una persona con experiencia en el sector, Eduardo Stock da Cunha, para hacerse cargo del Novo Banco y conducir a la entidad hacia su venta lo más rápidamente posible tras la inesperada renuncia de sus actuales administradores.

Oscar Tomasi

Lisboa, 14 sep.- El banco central luso eligió hoy a una persona con experiencia en el sector, Eduardo Stock da Cunha, para hacerse cargo del Novo Banco y conducir a la entidad hacia su venta lo más rápidamente posible tras la inesperada renuncia de sus actuales administradores.

El órgano supervisor es en la práctica quien decide el rumbo a seguir por la entidad desde principios de agosto, cuando optó por intervenir el Banco Espírito santo (BES) dada su precaria situación financiera y lo separó en dos partes: una con sus activos saludables, para lo que se creó el "Novo Banco", y otra con los tóxicos, que mantiene el mismo nombre.

El Banco de Portugal confirmó en un comunicado el nombre de Stock de Cunha como nuevo presidente, e informó de que también lo acompañarán en su misión Jorge Freire Cardoso, Vítor Fernandes y José Joao Guilherme.

No obstante, "este equipo sólo entrará en funciones una vez concluidos en los próximos días los procedimientos previos" para que sean liberados por las empresas para las que actualmente trabajan, por lo que se desconoce la fecha exacta de su toma de posesión.

Su elección se produce 24 horas después de que el actual máximo responsable del Novo Banco, Vítor Bento, anunciara su salida por sorpresa junto a la del vicepresidente y el administrador financiero debido a discrepancias con el banco central tras el cambio de "circunstancias" registrado desde que accediera al cargo, a mediados de julio.

Escogido como sucesor de Ricardo Salgado -hasta hace poco una de las figuras más influyentes del país y ahora sospechoso de maniobrar para ocultar la verdadera situación financiera Grupo Espírito Santo-, Bento pasó en cuestión de veinte días de liderar el mayor banco privado a nivel de activos de Portugal a presidir una entidad intervenida.

Su proyecto era a medio plazo y pasaba por reformar y revalorizar el Novo Banco antes de colocarlo en el mercado, una idea contraria a la defendida por el supervisor y el propio Gobierno luso, que insisten en su venta a corto plazo.

La repentina marcha de Bento y su equipo -desde su nombramiento hasta su renuncia pasaron sólo dos meses- ha generado polémica en Portugal, y hoy mismo el "número dos" del Ejecutivo conservador portugués, Paulo Portas, censuró su actitud veladamente.

"Queremos que se superen las etapas difíciles -en el Novo Banco- con gente profesional y con espíritu de compromiso, que en cualquier circunstancia entienda que el interés nacional está por encima del personal", reclamó.

Ayer el propio Banco de Portugal dejó entre líneas otro mensaje crítico con la directiva saliente al recordar que aceptaron continuar en el cargo "a pesar del diferente mandato", en referencia al cambio de planes adoptado con la intervención del BES.

Sin embargo, diferentes analistas y políticos de la oposición de izquierdas atacan las prisas por vender el Novo Banco, se interrogan sobre qué intereses se esconden detrás y lamentan la inestabilidad generada una vez más.

La entidad fue recapitalizada con 4.900 millones de euros a través del Fondo de Resolución, un instrumento creado a instancias de la UE y en el que en Portugal participan todos los actores del sector financiero luso.

La falta de recursos de este Fondo llevó al Estado luso a poner de esta cantidad 3.900 millones de euros, concedidos a través de un préstamo que debe recuperar íntegramente en menos de dos años.

En el caso de que finalmente el Novo Banco fuese vendido por una cifra inferior, las pérdidas deberían ser asumidas por el sector financiero luso, que también apoya su venta en el plazo más breve posible.

Se especula con el interés en comprarla de entidades españolas como el Santander, el BBVA, la Caixa o el Sabadell, así como firmas británicas y brasileñas.

La elección de un nuevo equipo de administradores para el Novo Banco refleja un notable cambio en el perfil escogido para estos cargos. Los años en el sector bancario de Eduardo Stock de Cunha contrastan con la falta de experiencia de Vítor Bento quien, sin embargo, era considerado un prestigioso economista en su país.

Eduardo Stock de Cunha, que también estudió Economía en la Universidad y cursó un MBA, entró en el Santander en 1993 y acompañó su expansión en Portugal, donde compró el Totta, tras lo que fue enviado como directivo a su división estadounidense, el Sovereign Bank.

Dejó el grupo español en 2013 y desde entonces se encontraba en el británico Lloyd's, dirigido por otro portugués, António Horta Osório.

Mostrar comentarios