Lisboa, 31 ene.- Los socialistas lusos, líderes de la oposición desde su derrota electoral en junio, advirtieron hoy de que un segundo rescate de Portugal sería un "fracaso" del Gobierno conservador, aunque no ven indicios de que pueda ser necesario.
El secretario general del Partido Socialista (PS) portugués, Antonio Seguro, hizo referencia en declaraciones a los periodistas a las muchas especulaciones sobre posibles problemas de Lisboa para hacer frente a sus compromisos financieros en 2013 si no cesa la presión asfixiante de los mercados.
"Según los datos disponibles, no considero esa hipótesis", explicó Seguro en referencia a una segunda petición de ayuda externa, además de los 78.000 millones de euros que Portugal recibe desde mayo pasado.
Pero acto seguido recordó que hace varios meses ya advirtió de que un nuevo rescate "representaría un fracaso de la política" del Ejecutivo conservador.
El comentario de Seguro en torno a las especulaciones sobre las perspectivas financieras de Portugal se produce apenas un día antes de que el país venda de nuevo deuda en el mercado, aunque en este caso a corto plazo.
El Instituto de Gestión y Crédito Público (IGCP) luso tiene previsto poner a la venta mañana entre 1.250 y 1.500 millones de euros en letras a tres y seis meses, plazos en los que ha logrado colocar deuda a intereses más bajos en las subastas celebradas en las últimas semanas.
Los resultados positivos registrados desde el inicio de 2012 contrastan, sin embargo, con el incremento de la presión sobre los títulos lusos en el mercado secundario, donde cotizan las obligaciones adquiridas en subasta pública.
La rentabilidad exigida por los inversores para comprar deuda a diez, cinco y dos años se disparó ayer hasta límites nunca conocidos antes desde la entrada en vigor del euro (del 17,3, 22,8 y 21 por ciento de interés, respectivamente), aunque hoy caían ligeramente.
A diez años, los títulos bajaban hasta el 16,5 por ciento, a cinco descendían hasta el 22,3 y a dos años hasta el 20,6 por ciento.
La tendencia al alza de esas tasas en el mercado secundario -utilizado como referencia- hace pensar a algunos analistas e inversores que Portugal tendrá difícil volver a financiarse en el mercado a intereses asequibles en 2013, como está previsto en el actual programa de ayuda internacional por tres años.
Para rebajar la presión y minimizar las dudas sobre su situación financiera, Portugal confía oficialmente en la adopción de nuevos acuerdos en el ámbito europeo para enfrentar la crisis de la deuda soberana.
Sin embargo la cumbre de la UE que se celebra desde ayer en Bruselas demuestra, en opinión del líder de los socialistas lusos, que las políticas del Gobierno portugués son erróneas por basarse en la austeridad y desatender el crecimiento y la creación de empleo, que centran, en cambio, las preocupaciones del Consejo europeo.
Hoy mismo, el Eurostat -órgano estadístico de la UE- informaba de que Portugal cerró el 2011 con una tasa de desempleo del 13,6 por ciento, 3,2 puntos por encima de la media comunitaria.
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