Valls pide al BCE que vaya "todavía más lejos" para reavivar la economía

París, 16 sep.- El primer ministro francés, Manuel Valls, pidió hoy al Banco Central Europeo (BCE) que vaya "todavía más lejos" para apoyar la actividad en la eurozona y disminuir el valor de la moneda única.

En su declaración de política general ante la Asamblea General, que será sometida a votación, el jefe del Ejecutivo consideró que hay que tomar nuevas medidas porque la eurozona "se descuelga del resto del mundo".

Valls recordó que las últimas decisiones del BCE, en referencia al programa de compra de deuda, "han permitido una bajada de diez céntimos del euro respecto al dólar", lo que en su opinión representa que se hayan preservado "decenas de miles de empleos".

El primer ministro francés recordó que el presidente de la institución bancaria, Mario Draghi, "ha declarado que estaba dispuesto a otros tipos de intervención para apoyar el crecimiento", y solicitó que se avance en ese sentido.

A nivel nacional, Valls calificó de legítimas "la impaciencia, las dudas, la cólera de los franceses" ante un nivel de desempleo que ronda el diez por ciento de la población activa "desde hace tanto", pero se dijo dispuesto a llevar a cabo hasta el final su programa de reformas.

Se trata de una rebaja masiva de 40.000 millones de euros en las cotizaciones sociales de las empresas para disminuir el costo de la mano de obra, que se considera uno de los principales problemas de competitividad de la economía francesa, sobre todo respecto a su principal socio comercial, Alemania.

Esa disminución de cotizaciones, para financiarse, va de la mano de un recorte del gasto público en 50.000 millones de euros en los próximos años, empezando por 21.000 millones que deben precisarse por partidas en el presupuesto que el Ejecutivo debe presentar en las próximas semanas.

"Ayudar a las empresas no es una opción ideológica, sino estratégica. Son las empresas las que crean riqueza y por lo tanto empleo", subrayó ante los diputados, a quienes preguntó por qué deberían ser el único país que no apoya a sus propias compañías "dentro de una competencia mundial que no hace ningún regalo".

Valls aseguró estar "guiado por los valores de la República", y, consciente de un nivel de popularidad que no supera el 30 por ciento para él y el 13 % para el presidente, François Hollande, y destacó que "gobernar es resistir", y que su única misión es "avanzar contra viento y marea".