Venezuela se queda ahora sin cerveza por la escasez

    • Cervecería Polar, que tiene a cargo la distribución del 80 por ciento de la bebida en Venezuela ya ha comenzado a cerrar algunas de sus filiales en el país.
    • Los venezolanos sólo pueden comprar cerveza importada como Heineken que cuesta cinco veces más que la Polar.
Largas colas en un supermercado de Venezuela /AFP
Largas colas en un supermercado de Venezuela /AFP

Papel higiénico, toallas sanitarias, azúcar, pollo y…cerveza. La compañera de muchos eventos sociales, ya sea en la playa, en casa o mientras se disfruta de un partido, corre el riesgo de desaparecer en el país bolivariano

Así lo señala el diario británico The Guardian, que asegura que Cervecería Polar, que tiene a cargo la distribución del 80 por ciento de la bebida en Venezuela ya ha comenzado a cerrar algunas de sus filiales en el país. El motivo es la falta de cebada, lúpulo y otros materiales.

"La gente está más preocupada por no poder beber cerveza que por el agua, eso demuestra los distorsionadas que se han vuelto nuestras prioridades aquí", explica al diario británico, Yefferson Ramirez, el dueño de una licorería de Caracas que sufre la escasez de agua mineral o leche desde hace meses, y que ahora se enfrenta el descontento de sus clientes que no pueden comprar cerveza.

Además, la escasez de cerveza dejó el viernes a los venezolanos sin la fiesta de la cerveza. Un duro golpe para el país, tercer consumidor latinoamericano de esta bebida alcohólica. Esta crisis también está teniendo un gran coste laboral, al menos 4.000 personas se han quedado sin trabajo. Productores, trabajadores y demás venezolanos no tienen mucho que celebrar.Suben los precios de la cerveza Polar

No es el único caso. En la zona de El Tigre, los establecimientos que sirven cerveza han enviado a su personal a los supermercados para hacer frente a la escasez. Como consecuencia, en vez de venderla a 150 bolívares, como es su precio normal, la venden a 200. En estos momentos, según el diario británico, los venezolanos sólo pueden comprar cervezas importadas o bien alguna de producción local artesanal. El caso es que una cerveza Heineken que cuesta cinco veces más que la Polar, la de siempre dicen los venezolanos. Ángel Padra comentó a The Guardian que Venezuela no es la misma sin la versión negra de la cerveza Polar. "Es nuestra religión. Nos sacas la cerveza y las cosas se ponen feas". El joven tuvo que decantarse por ron. Como suele pasar en este tipo de crisis, los consumidores se decantan por otros productos que puede que sacan partido de la situación.

La escasez de cerveza llega después de que la semana pasada varios supermercados sufriesen saqueos y una ola de violencia causara un muerto. El clima social no es el mejor en vista de la celebración de unas elecciones a finales de año, que podría suponer un cambio de régimen en el país.La escasez, de mal en peor

De mal en peor.La situación de desabastecimiento en Venezuela se recrudecey los venezolanos no paran de hacer colas, incluso si los supermercados están cerrados, "La gente hizo filas desde la tarde para garantizar un puesto para este sábado", cuentan las crónicas que llegan desde el municipio de Caroní, en el norte del país.

Imágenes en la red muestran una multitud tratando de entrar a la fuerza en el supermercado para hacerse supuestamente con varios productos que escasean en las estanterías.Leche o pañales se han convertido en productos de lujoen el país con las mayores reservas de petróleo del mundo

Venezuela sufre desde hace más de un año una profunda escasez de productos, sobre todo básicos, exacerbada por la abruptacaída de los ingresos a raíz del desplome del precio del petróleo.

Los venezolanos se ven obligados a destinarmuchas horas cada semana recorriendo supermercadosy tiendas para abastecerse de productos básicos, cuyo precio está regulado por el gobierno, o para venderlos en el mercado negro a un precio muy superior, una forma de vida para algunos conocida como "bachaqueo".

En el hashtag #CrónicasDeUnaCola se aglutinan el doloroso calvario de los venezolanos que día tras día hacen filas para poder alimentarse.

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